Desde el 4 de julio, Chile está viendo cumplirse una de sus demandas sociales más grandes de los últimos años, la redacción de una nueva carta magna que por primera vez en su historia será escrita por representantes de los ciudadanos y con paridad de género. 155 chilenos fueron escogidos para redactarla, entre esos está Marco Arellano, de 31 años, administrador público de profesión y dirigente medioambiental que logró un escaño con la Lista del Pueblo. El constituyente comenta que aún están trabajando en crear el reglamento para debatir la posible y futura nueva Constitución.

¿Cómo ha sido la organización de la Convención Constituyente de Chile durante este primer mes?

En términos generales ha sido bastante enriquecedora y agotadora, la primera semana existieron muchas dificultades, el Gobierno no había obtenido la implementación necesaria para que funcionáramos, no teníamos habilitado micrófonos, pantallas ni sistemas de votación.

Publicidad

Hasta el día de hoy no hay ninguna sala donde quepamos los 155 de manera simultánea, entonces lo que se hace es dividirnos en salas donde cabemos 80 y todo se hace por conexión con pantallas grandes y micrófonos, sistemas de comunicaciones que se demoraron una semana más o menos en habilitarse después de que empezamos a funcionar. Eso generó una tensión enorme al inicio porque no pudimos trabajar, luego vino el tema de establecer normas provisorias de funcionamiento, fue agotador, todas las fuerzas políticas avanzamos bastante planteando propuestas, y finalmente dimos las normas previsoras de funcionamiento básicas que van desde la forma como pedimos la palabra hasta cómo se harán las votaciones y la creación de comisiones.

Tres comisiones de manera inicial: Presupuesto de Administración Interior, Comisión de Ética y Comisión de Reglamento, luego se agregaron las comisiones de Descentralización, de Derechos Humanos, Verdad, Justicia y Reparación, Participación Popular y Equidad Territorial y de Participación y Consulta Indígena. Estamos trabajando y hasta finales de agosto, quizás nos demoremos unos días más, deberíamos tener listo el reglamento para empezar a hablar de los problemas de fondo.

¿Cómo es el trabajo al estar divididos en comisiones?

Publicidad

Generalmente trabajamos tres días por comisión y dos días a nivel general del pleno, donde estamos todos juntos para definir propuestas. Yo pertenezco a la Comisión Participación Popular y Equidad Territorial.

¿El que la convención esté integrada por distintos bloques de izquierda, de derecha e independientes ha hecho difícil la relación o la toma de decisiones?

Publicidad

Entre nosotros, como integrantes de la Lista del Pueblo, somos un grupo supercohesionado y hay un ambiente fraternal, actuamos en conjunto. Hemos generado alianzas naturales con otros independientes, feministas y también con los escaños reservados para los pueblos originarios, básicamente esas son nuestras alianzas principales. Con el resto sí hemos tenido algún nivel de diálogo. Al principio fue complejo con algunas locuciones un tanto racistas y clasistas, pero en términos generales el clima es bueno.

Definir el reglamento, ¿se puede considerar como el principal desafío que tienen actualmente?

Crear el reglamento es algo muy serio, tiene una complejidad jurídica que no se compara a ningún otro ejercicio parecido. Nosotros esperamos no demorar más de tres semanas o un mes. Hay que crear la estructura que permita que tengan lugar los plebiscitos intermedios, canales digitales para transmitir y que la ciudadanía conozca y apruebe los temas. También hay otro tema, preocupa mucho que gracias a la forma en la que fue constituido este proceso constituyente, en el contexto del estallido social de 2019, quedaron muchas cosas en el aire como el presupuesto que en este caso es de apenas 500 millones de pesos, una sexta parte lo que fueron los procesos organizados por la expresidenta Michelle Bachellet, que no llegaron a ningún puerto.

Otra falencia es la administrativa, no tenemos como Convención la potestad para pedirle nada a nadie. La Convención no puede pedirle a ninguna institución del Estado nada para llevar adelante su labor, es un problema grave, porque si no hay voluntad política de las otras instituciones, el proceso se trunca. También se percibe un boicot en contra del proceso constituyente de parte de la clase económica, de los medios de comunicación para que el proceso no funcione.

Publicidad

En cuanto a los temas que se analizan para la nueva carta magna, ¿cuáles ya han sido propuestos?

Hay varios temas. En la Comisión de Reglamento se aprobó una moción para la iniciativa popular de norma que tiene que ver con lo que se está hablando en la Comisión de Participación que es tener una norma para que varios criterios para el proceso puedan emerger desde la misma ciudadanía. También en la Comisión de Participación Popular estamos en proceso de audiencias públicas, estamos recibiendo a organizaciones, fundaciones, personas naturales, etc., que quieren aportar a la Constituyente. La Comisión de Descentralización también está planteando el poder llevar la Comisión en ocasiones a otras regiones. Todo esto en el último mes significó 330 horas de trabajo.

¿Cree que la Convención Constituyente sí logre convocar al plebiscito de salida en 2022?

Nosotros estamos trabajando para terminar en 2022, ahora para mí es un margen un poco ridículo, pero vamos a tratar de cumplirlo. (I)