El río Amazonas no solo es el río más caudaloso de América Latina sino de todo el mundo. Con sus 6,400 kilómetros de longitud atraviesa Colombia, Perú y Brasil, y es un hábitat para miles de especies acuáticas y para la flora que lo rodea.
Sin embargo, el río ha descendido a un nivel preocupante tras una temporada de ausencia de lluvias y está experimentando una grave sequía.
La alerta fue emitida por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), informando que el nivel de agua del río Amazonas disminuyó en casi 2,50 metros por debajo del promedio normal.
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#EmergenciaClimática
— mullu.tv (@mullu_tv) September 3, 2024
El #RíoAmazonas, pulmón fluvial más grande del planeta, está enfrentando una crisis sin precedentes.
Según el @Senamhiperu, el nivel del río ha caído a solo 106 metros sobre el nivel del mar, acercándose peligrosamente al récord histórico de sequía de 2010. pic.twitter.com/WqhGZ2Fjil
Actualmente se sitúa en 106,87 metros sobre el nivel del mar, aproximándose peligrosamente a los niveles registrados en el 2010, cuando alcanzó un mínimo histórico de 105,38 metros.
Según Marco Paredes, el jefe zonal del Senamhi, el ritmo de la disminución va de 3 a 5 centímetros diarios.
El Servicio Geológico Brasileño (SGB) también advirtió que los niveles de agua se están reduciendo desde junio y se espera que todos los ríos de la cuenca amazónica se contraigan por debajo de sus niveles históricos.
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Los efectos del descenso del río
Las poblaciones alrededor del río ya están sufriendo los efectos del descenso del nivel del río Amazonas, una fuente de biodiversidad para los terrenos que atraviesa. Comunidades enteras se han visto afectadas por la falta de agua para la pesca o las plantaciones.
En el puerto peruano Masusa, en la región Loreto, las embarcaciones de pesca se han quedado varadas o atrapadas en la orilla, provocando a su vez un desabastecimiento de productos de primera necesidad.
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El río Amazonas es vital para el transporte fluvial, que para algunas zonas remotas es el único medio de transporte.
“En épocas normales de sequía los ríos tienen caudal suficiente para llevar alimentos, pequeñas embarcaciones, pero ahora no. Se han secado y la gente está quedando aislada”, explicó el climatólogo José Marengo a Portal Portuario.
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Las barcazas varadas también dificultan el suministro de combustible, al faltar los insumos esenciales para la refinación de gasolina.
En Brasil, el gobierno ya declaró estado de emergencia en 62 municipios que han sido afectados por la sequía.
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Por qué ocurre la sequía
De acuerdo a Marengo, coordinador de Investigación y Desarrollo del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden), se esperaba que en la segunda mitad de este año aumentaran las lluvias por el Fenómeno de La Niña.
Sin embargo, este fenómeno climático no se ha desarrollado como se suponía y no se ha presentado la humedad y las lluvias al norte de Brasil.
“Los ríos nunca se recuperaron de la sequía del año pasado, la temporada de lluvias de este año no fue alta, no se compensó la sequía de 2023 y las altas temperaturas desde este año han empeorado la situación. Los ríos ya están más secos que el año pasado por esta misma época”, explicó el climatólogo brasileño. (I)
