Sonya Massey, una mujer negra de 36 años, murió de un disparo en la cabeza y dos más en el cuerpo luego de una interacción con dos agentes de policía en Ilinois, Estados Unidos. El suceso quedó grabado en una de las cámaras corporales de los agentes.

Sean Grayson, el policía que disparó el tiro fatal, enfrenta cargos por asesinato y se encuentra bajo investigación.

De acuerdo a lo revelado en el caso, la mujer había llamado a los servicios de emergencia en la medianoche del 6 de julio, porque sospechaba de la presencia de un “merodeador” en los alrededores de su casa. El agente Sean Grayson y un compañero llegaron al hogar de Massey y le preguntaron acerca de lo que había escuchado.

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La conversación duró varios minutos, tras lo cual los dos agentes ingresaron sin resistencia a la casa de Massey. El video registra a las tres personas conversando tranquilamente en la sala de la casa, hasta que uno de los policías le pide a la mujer que apague una olla de agua hirviendo, para evitar un incendio.

Ella se acerca a la cocina y toma la olla de agua hirviendo.

“Te reprendo en el nombre de Jesús”, se escucha decir a Massey en el video.

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“¿Eh?”, dice el agente.

“Te reprendo en el nombre de Jesús”, repite la mujer, sin salir de la cocina.

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“Será mejor que no lo hagas o te juro por Dios que te dispararé en la maldita cara” dice Grayson, quien se encuentra en la sala a un par de metros de distancia.

Luego, el policía saca su arma de fuego y le apunta, y ella se agacha y dice: “Lo siento” mientras levanta la olla, según muestra el video.

“¡Suelta esa maldita olla!” gritan ambos agentes mientras disparan.

El cuerpo sin vida de Massey quedó oculto en la cocina, y uno de los agentes llama a los servicios de emergencia.

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El otro agente dice que va a buscar un botiquín médico para ayudar, pero Grayson responde: “No, ya terminó. Puedes ir a buscarlo, pero ese es un tiro en la cabeza”, refiriéndose a la herida que acabó con la vida de la mujer.

Sin embargo, luego Grayson va a retirar su kit médico de emergencia al auto, y cuando vuelve pregunta si hay algo que se puede hacer. Al recibir una negativa, expresa: “Está bien, entonces ni siquiera voy a desperdiciar mis medicamentos”.

A continuación, Grayson sale de la casa y habla con un grupo de policías que están fuera. “Sí, estoy bien, esta maldita perra está loca (...) Tenía agua hirviendo y se me acercó con agua hirviendo”, dice en el video.

El abogado de derechos civiles, Ben Crump señaló que la mujer tenía problemas de salud mental pero que en ningún momento se mostró agresiva con los agentes.

“Necesitaba una mano amiga. No necesitaba una bala en la cara”, dijo Crump en una conferencia de prensa.

El padre de la víctima, James Wilburn, dijo en la misma conferencia de prensa que la policía no le dio la información completa, y que inicialmente le hicieron creer que fue un intruso quien mató a Massey: “Nunca dijeron que se trataba de un tiroteo en el que había participado un agente hasta que mi hermano lo leyó en Internet”.

El disparo letal no fue justificado

La investigación de la Policía Estatal de Illinois sobre el tiroteo “no respalda la conclusión de que Grayson estaba justificado en su uso de fuerza letal”, dijo el fiscal estatal del condado, John Milhiser, en un comunicado de prensa el pasado 17 de julio.

Según los expertos consultados por la policía, el uso de fuerza letal no era la respuesta al escenario en el que se encontraban. Un funcionario “comparó el escenario con el de un oficial que intencional e innecesariamente se puso delante de un vehículo en movimiento y luego justificó el uso de la fuerza por miedo a ser golpeado”, escibió el fiscal.

Josh Campbell, corresponsal de seguridad de CNN y ex agente federal, explicó que “aunque el hecho de que un agente le rocíe agua hirviendo podría justificar el uso de fuerza letal para detener una amenaza, en este video ciertamente no vemos a los agentes intentando opciones alternativas, como alejarse y crear distancia entre ellos y Massey”.

“Hubo varias maneras de evitar esto, empezando con mejores tácticas desde el principio”, coincidió John Miller, analista jefe de inteligencia y aplicación de la ley de CNN. “Había opciones de un diálogo más tranquilo, más distancia entre el sujeto y ellos, un taser en lugar de un arma de fuego”.

Sean Grayson, quien ha trabajado en seis agencias de policía diferentes en Ilinois desde el 2020, fue despedido del condado de Sangamon donde servía. Está encarcelado sin libertad bajo fianza y enfrenta cargos de asesinato en primer grado, agresión agravada con arma de fuego y mala conducta oficial.

(I)