La Policía Federal brasileña se puso a disposición del Gobierno de Ecuador para ayudar a mitigar la asonada de violencia que se viene registrando en el país, dijo este miércoles en una entrevista a EFE el director general de la institución, Andrei Rodrigues.

El alto funcionario también ofreció el apoyo de la Comunidad de Policías de América (Ameripol), en calidad de secretario ejecutivo del organismo, y de la representación brasileña en la Interpol.

Según Rodrigues, la idea es lograr “un gran entorno de cooperación en América”, en donde el intercambio de información y el trabajo de inteligencia sean la base inicial del apoyo, más que el envío de personal o armas al país.

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“Mucho más que las armas y las municiones, es importante la inteligencia”, aseguró.

El jefe de la Policía Federal recordó que como Brasil no tiene fronteras con Ecuador accionó a los agregados policiales en Colombia y Perú “para que acompañen (la situación) y sigan de cerca todo el movimiento en la región y los posibles impactos (que puedan darse) en Brasil”.

Coordinación con agente ecuatoriano

Asimismo dijo que desde octubre pasado Brasil mantiene un agente policial de Ecuador en el Centro de Cooperación Policial Internacional (CCPI) de Río de Janeiro.

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“(Él) está trabajando junto con nuestro equipo y junto a (representantes de) otros países de la región, lo que también nos permite un intercambio fluido de informaciones”, señaló.

Aunque Rodriques no precisó si conocía algún nexo entre los grupos criminales de Ecuador con facciones delictivas brasileñas, como el Primer Comando de la Capital (PCC), señaló que los hechos apuntan a acciones de grupos organizados.

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“No sabría especificar que grupo criminal interactúa con otro grupo. Lo que estamos viendo aquí en el escenario regional es que se han producido incautaciones de drogas a gran escala que apuntan a eso”, aseveró.

El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, quien asumió la Presidencia el pasado mes de noviembre, declaró el lunes el estado de emergencia en todo el país por 60 días y declaró un “conflicto armado interno”, lo que implica la movilización e intervención inmediata de las fuerzas de seguridad contra el crimen organizado. (I)