La capital de Nueva Zelanda, Wellington, fue sacudida este miércoles por un fuerte terremoto, que hizo temblar a algunos edificios y fue sentido por sus residentes.

El sismo tiene lugar en momentos en que el país se recupera de un devastador ciclón en el norte de Nueva Zelanda, que dejó cuatro muertos y forzó a más de 10.500 personas a buscar refugio.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) dijo que el sismo fue de magnitud 5,7, con epicentro en el estrecho de Cook, que separa a las dos principales islas del país.

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“¡Gran terremoto allí! Una magnitud 6,0, 57 km de profundidad, 50 km noroeste de Paraparaumu fue ampliamente sentido en la Isla Norte”, dijo la agencia de defensa civil de Nueva Zelanda.

No hubo informaciones inmediatas sobre daños ni se lanzó alarma de tsunami.

Pero los residentes sintieron un temblor en el suelo durante entre 10 y 20 segundos.

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Reconoció que Nueva Zelanda tiene “un largo camino por delante” para hacerles frente a los daños en las carreteras, casas y puentes por el paso de Gabrielle.

Las autoridades están comenzando a captar la magnitud de los daños en sitios aislados donde las aguas destruyeron carreteras y cortaron las comunicaciones.

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La energía fue restablecida en la mayor parte del norte del país, el más golpeado, donde quedan unas 140.000 personas sin servicio eléctrico, según McAnulty. (I)