“Sáquenme de aquí. Sáquenme de aquí, que va a regresar y me va a matar”. Encadenada al piso, con un gran candado en su cuello, una mujer venció el miedo y sacó fuerzas para romper el vidrio de una ventana de la casa y pedir ayuda. A gritos alertó a los vecinos y salvó su vida.