Vladimir Putin no solo ha preparado a su ejército, también sus telecomunicaciones: su búnker digital le permite minimizar los bloqueos de servicios online. Uno de los frentes más activos de la guerra entre Rusia y Ucrania está en internet.

Durante el conflicto entre Rusia y Ucrania se han presentado varios ciberataques, bloqueos de contenido y plataformas. Por un lado, el gobierno de Putin ha bloqueado el acceso a Facebook o Twitter, al tiempo que plataformas como TikTok o Netflix restringen sus servicios en Rusia.

Desde 2019, el Kremlin cuenta con su propio búnker para internet, que le permite controlar todo el contenido y no depender de empresas extranjeras. Su nombre es RuNet y sirve para resistir a ofensivas digitales de Occidente.

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El vice primer ministro de Ucrania, Mykhailo Fedorov ha solicitado que se desconecte a Rusia de la red global mediante la eliminación del dominio .ru.

El internet de Putin

Siguiendo los pasos del Gran Cortafuegos Chino, el Kremlin empezó en 2019 la creación de una infraestructura que le permita controlar todo lo que sucede en su red virtual.

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RuNet es una parcela virtual privada desde la que domina el contenido al que tienen acceso sus ciudadanos y le permite tener independencia digital de países como Estados Unidos.

El Gobierno ruso ha determinado que la creación de RuNet era una medida de seguridad frente a amenazas externas, un muro informático. Sin embargo, el conflicto actual ha terminado por confirmar una intención oculta más cruda.

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El 1 de noviembre de 2019 entró en vigor la “ley del internet soberano”, que da poder al Roskomnazor, la organización que controla las telecomunicaciones en el país, para apagar las conexiones de Rusia con la red mundial si considera que hay una emergencia.

En Rusia, Putin fundó su propia versión de Wikipedia, mientras que las redes sociales Facebook y Twitter, populares en gran parte del mundo, son menos populares que las plataformas rusas VK y Odnoklassniki que usa el 78 % de la población. (I)