Miles de jóvenes iraníes volvieron a salir a las calles este domingo en distintas ciudades del país, a pesar de la advertencia de la poderosa Guardia Revolucionaria, cuando las protestas se encuentran ya en su séptima semana, desde la muerte el 16 de septiembre de la joven Mahsa Amini, tras ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico.

La Guardia Revolucionaria les había recomendado este fin de semana que dejaran de manifestarse, por lo que está aplicando una fuerte represión en las universidades, en unas movilizaciones que se están volviendo cada vez más violentas.

Universidades, epicentro de manifestaciones

Estudiantes se reunieron el sábado y domingo en varias ciudades del país, en claro desafío a la advertencia del general Hossein Salami, que les dijo “no salgan a las calles”. El domingo, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y dispararon contra los estudiantes en Sanandaj, la capital de la provincia del Kurdistán, de donde era originaria Mahsa Amini.

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“Hoy es el fin de los disturbios. No salgan a la calle más”, dijo el líder de la poderosa fuerza de elite, cuya misión es salvaguardar el sistema teocrático de la República Islámica. Sin embargo, esa misma tarde y noche ya se recrudeció la represión en las universidades con la expulsión de estudiantes de facultades y de residencias estudiantiles en Teherán, confirmaron a EFE fuentes universitarias.

Un iraní lee un ejemplar del diario iraní Hammihan con un dibujo de dos periodistas iraníes Niloufar Hamedi y Elaheh Mohammadi con el título 'Prohibir el periodismo' en referencia a la declaración de la asociación de periodistas de Teherán contra los periodistas encarcelados por cubrir las protestas en Irán, expuesta en un quiosco en Teherán, Irán, el 30 de octubre de 2022. Foto: ABEDIN TAHERKENAREH

Además se produjeron numerosas detenciones de estudiantes, según activistas.

Las movilizaciones, en las que se pide el fin de la República Islámica, han ido evolucionando desde su inicio, pero se ha mantenido una constante: las universidades han sido su epicentro.

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Una mujer posa en Teherán sin el velo islámico, prenda que ha dejado de usar en las últimas semanas. EFE/Jaime León Foto: Jaime León

Según Iran Human Rights, una ONG con sede en Noruega, miles de personas han sido detenidas en Irán desde el inicio de la represión, incluidos periodistas, estudiantes, abogados y más de 500 activistas de la sociedad civil. Los dirigentes iraníes siguen responsabilizando a los “enemigos” de Irán, que incluyen a Estados Unidos e Israel, por lo que sucede en el país. También acusan a los periodistas de haber sido “formados” con el objetivo de derrocar al régimen. (I)