En un escenario marcado por la inestabilidad de los mercados bursátiles, donde las principales fortunas del planeta se ven golpeadas por cuantiosas pérdidas, Warren Buffett emerge como una excepción.
Mientras las cifras en rojo inundan las cuentas de los hombres más ricos del mundo, el llamado “Oráculo de Omaha” conserva su patrimonio intacto, e incluso con una leve ganancia.
Bloomberg informó que desde el pasado jueves 3 de abril, las 500 mayores riquezas del mundo han sufrido un recorte de más de 536.000 millones de dólares. Las compañías de estos magnates han experimentado un desplome conjunto superior a los 5,4 billones, según datos de Reuters.
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Sin embargo, Buffett ha logrado esquivar este derrumbe financiero, reforzando su reputación como uno de los inversores más lúcidos y estratégicos del siglo.
En 2024, Muchos se sorprendieron cuando comenzó a desprenderse de acciones tecnológicas sobrevaloradas, y más aún cuando decidió no reinvertir el capital, sino conservar más de 325.000 millones de dólares en efectivo, aceptando incluso pagar impuestos sobre las ganancias obtenidas.
Hoy, en un contexto donde el S&P 500 ha retrocedido un 17% desde febrero y el Nasdaq acumula una caída superior al 20%, su movimiento se revela como una jugada maestra.
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Las acciones de Berkshire Hathaway clase B, lejos de verse arrastradas por la marea bajista, han repuntado un 7,7% en lo que va del año, con apenas una leve corrección en los últimos días.
Mientras nombres como Elon Musk, Jeff Bezos y Larry Ellison han visto disminuir sus fortunas en decenas de miles de millones de dólares por el retroceso tecnológico y la nueva guerra comercial iniciada por Estados Unidos, Buffett ha logrado conservar su posición y hasta mejorarla.
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La clave de Buffet
La clave ha estado en su apuesta por sectores tradicionales y resistentes como el transporte, la energía y los seguros, además de una fuerte preferencia por inversiones dentro del territorio estadounidense. También ha colocado gran parte de su capital en bonos del Tesoro a corto plazo, activos considerados seguros y con rentabilidad creciente en este entorno incierto.
En su carta anual a los accionistas, Buffett ya adelantaba esta estrategia, resaltando la previsibilidad de estos bonos y su eficacia para proteger el patrimonio frente a los vaivenes del mercado. Esta filosofía, coherente con su histórico enfoque conservador, ha vuelto a rendir frutos.
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