El presidente Daniel Noboa ha dicho que ya tiene un proyecto para mejorar el sistema carcelario y que contará con el mismo equipo israelí que participó en El Salvador junto con su homólogo Nayib Bukele. Cárceles de “max, supermax y segmentación para delitos menores y contravenciones”, estarían en su plan y el mandatario ha dicho que esto ya se logró en Tailandia, Singapur y hasta México, antes de El Salvador, por lo que lo ve realizable para Ecuador.

Asimismo, tiene en la mira tres cárceles barcazas que podrían llegar al país en unos ocho meses como una medida complementaria para ubicar a presos que son amenazas reales y aislarlos hasta que se termine la reconstrucción y remodelación de los centros carcelarios.

Noboa ha dicho que no puede adelantar detalles de los cambios que hará, pero promete que las cárceles ahora sí van a parecer centros de rehabilitación reales sin facilidades para que los líderes de las bandas criminales sigan operando desde su interior.

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A continuación una descripción de cómo son estos centros carcelarios que sirven de referente para el presidente Noboa:

Megacárcel de El Salvador, símbolo de guerra contra pandillas

El Salvador construyó el Centro de Confinamiento para el Terrorismo (Cecot), una megacárcel para albergar a 40.000 presos. En febrero de este año abrió sus puertas y actualmente opera al 30 % de su capacidad. Aún no se han registrado muertes en su interior y ha sido catalogado por el Gobierno del presidente Nayib Bukele como la cárcel “más grande de Latinoamérica”.

El centro alberga a 12.000 reclusos y se encuentra en la central localidad de Tecoluca, a más de 75 kilómetros de la capital San Salvador. Es un laberinto de concreto, hierro, asfalto y acero que custodian guardias penitenciarios y soldados desde torres con más de 15 metros de altura.

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Para llegar es necesario cruzar dos controles de seguridad para vehículos y en el interior se dejan todas las pertenencias materiales, se pasa por revisión de rayos x y luego un cacheo.

REUTERS Los prisioneros y las denuncias de abusos de las autoridades han surgido en El Salvador con la guerra a las maras lanzada por Bukele.

Algunas organizaciones de derechos humanos han denunciado supuestas muertes por tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes. Sin embargo, las autoridades del Cecot dijeron que las actividades en la cárcel están “en función del tratamiento penitenciario” y del derecho a la salud y que “el Estado está obligado a generar las condiciones para poder brindar está asistencia médica necesaria”.

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La mayoría de los reos están acusados de pertenecer a las violentas Mara Salvatrucha y Barrio 18, nacidas en la ciudad estadounidense de Los Ángeles a principios de la década de 1980.

Además de la megacárcel, hoy otra veintena de centros de detención para delitos menores a nivel nacional.

Singapur vigila a sus reos las 24 horas del día

Singapur tiene solo 13 cárceles y en ese país rige la pena de muerte. Las cárcel más importante es la prisión de Changi que alberga a 23.000 presos. Es un complejo con edificios altos, equipados con tecnología en los que se restringe la información de los medios de comunicación, las actividades recreativas, se castiga con latigazos a los reos y se los vigila por cámaras las 24 horas.

Los reclusos de este país ven la luz del día en pocas ocasiones, pasan 23 horas encerrados en las celdas, que son de entre 6 y 11 metros cuadrados y son alimentados a través de pequeñas puertas de entrega.

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Las celdas son húmedas, no hay ventiladores ni ventanas, pese al clima tropical. No cuentan con camas, solo con esterillas de paja y una manta para cada persona y las luces permanecen siempre encendidas. En cada una existe un inodoro y una ducha abiertos, por lo que las necesidades se realizan a la vista de todos los que están en la celda.

Singapur tiene solo 13 cárceles y el número de reclusos es de unos 13.000.

Los que cumplen condenas de menos de dos años comparten celda, en otras hay hasta cuatro reclusos y existen celdas colectivas de hasta 18 personas. También hay celdas individuales que están reservadas para los condenados a una pena larga si demuestran buena conducta, refiere Prison Insider, plataforma de información sobre las prisiones en el mundo.

Singapur creó también un programa para que los presidiarios puedan reintegrarse en el mercado de trabajo una vez finalizada su condena. Las condiciones de reclusión de este país han sido consideradas inhumanas por organismos internacionales, sin embargo, Singapur asegura que la tasa de reincidencia es baja.

En celdas de Tailandia los presos duermen en suelo

En Tailandia existen 143 centros penitenciarios. El número de reclusos supera los 310.000, según cifras de 2021, y la tasa de homicidios es de 2,6 por cada 100.000 habitantes.

Las cárceles de este país tienen la fama de estar orientadas al castigo, por lo que existen centros donde un aparente hacinamiento puede llegar a ser intencional. Una celda de tamaño promedio la comparten al menos 20 personas y duermen en el suelo. Mientras, las más grandes alberga entre 30 a 40 reos.

En la prisión de Samui hay sala de televisión, biblioteca y un amplio patio para hacer deporte, pero los baños y las duchas comunes. Los presos deben llevar el cabello corto y usar un pantalón y una camiseta ancha comúnmente de color marrón y les proveen tres piezas de tela para usarlas como colchón, sábana y almohada sobre el suelo, recoge el medio español El Periódico.

Los presos comienzan su día a las 05:00. Son despertados por los guardias y seguido realizan un rezo budista. A las 07:00 desayunan y a las 08:00 realizan una formación para cantar el himno nacional y ser contados. Luego toman una ducha y durante el día están obligados a participar en proyectos para la reinserción con actividades como jardinería y electricidad.

Exteriores de la prisión de Koh Samui, en Tailandia en una foto de archivo. Foto: Ramón Abarca

Al mediodía almuerzan y después concluyen sus tareas para a las 15:00 ser sometidos a un nuevo recuento y luego tomar otra ducha. La cena la reciben desde las 16:00, luego realizan otro rezo y la hora para dormir es a las 21:00.

Otros recintos del país, como la cárcel de máxima seguridad de Bang Kwang en Bangkok, se encuentran con un hacinamiento mayor. Está prohibido fumar y solo existe una televisión en la que solo se pueden ver películas en tailandés. Los reos no acceden a la información de medios de comunicación.

Las visitas que reciben los prisioneros solo son de lunes a viernes y no pueden superar los 15 minutos, se realizan de forma individual y cuando ingresan a una cárcel deben elegir solo a diez personas como visitantes. Además, solo tiene acceso a un encuentro sexual con su pareja al mes.

En cárceles mexicanas existe hacinamiento

El presidente Noboa también mencionó a las cárceles de México para tomarlas como referente para los cambios de infraestructura que pretende hacer en el país. No obstante, en ese país la situación de violencia no ha sido controlada al igual que el hacinamiento en el interior de los centros carcelarios, la venta de estupefacientes y la presencia de miembros de algunas bandas y carteles de la droga que buscan tomar el control de los centros.

Hasta agosto de 2022 había más de 229.000 personas recluidas en los 285 centros penitenciarios mexicanos.

Cárceles como la de Morelos, Durango, Coahuila tienen más de la mitad de los reclusos permitidos, mientras en otras como el Centro Federal de Readaptación Social (Ceferesos) es donde más espacios sobran, lo que evidencia la falta de control en la distribución de los reos.

Hasta agosto de 2022 había más de 229.000 personas recluidas en los 285 centros penitenciarios mexicanos.

El portal Mexicanos contra la corrupción y la impunidad refiere que los centros penitenciarios son la tercera institución con mayor percepción de corrupción, únicamente precedida por la policía de tránsito y los partidos políticos.

Hasta antes de la pandemia, cerca del 70 % de las personas privadas de la libertad (PPL) realizaban algún trabajo remunerado en programas para la reinserción social. Colaboraban en actividades como mantenimiento, jardinería, tortillería, carpintería, bisutería, pintura al óleo, entre otras, recoge el medio local el Sol de Toluca. (I)