La Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional avocó conocimiento este miércoles, 2 de abril, del proyecto de “Ley reformatoria a la ley orgánica integral de prevención y erradicación de violencia contra las mujeres para incluir a la violencia vicaria como otro tipo de violencia contra las mujeres”.
La proponente es la legisladora Gissella Garzón, del bloque de la Revolución Ciudadana, quien explicó que la violencia vicaria es una forma de violencia de género por la cual los hijos e hijas de las mujeres víctimas de violencia de género son instrumentalizados como objeto para maltratar y ocasionar dolor a sus madres.
Garzón indicó que busca con el proyecto que se tipifique la violencia vicaria como un tipo de violencia dentro de la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, al igual que dentro del Código Orgánico Integral Penal (COIP) agregando en el artículo 142 un numeral más, el cual aborda las circunstancias agravantes del femicidio; también otro numeral en el artículo 157.1, que tipifica la violencia psicológica contra la mujer.
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Se plantea en el proyecto que a quien cometa este delito se lo sancione con la pena de privación de libertad de uno a tres años.
Durante su comparecencia, la legisladora presentó cifras como que en el país ocurre un femicidio cada 21 horas y que las provincias más violentas son Guayas, Manabí y Los Ríos.
Además, refirió los casos del asesinato de dos niñas de 3 y 10 años y de su madre en la ciudad de Tulcán. El crimen ocurrió el 29 de octubre de 2023. Después de cuatro meses se encontraron los cuerpos sin vida de las tres víctimas dentro de dos pozos de agua, en el sector de Angasmayo. Al igual que el caso de Dana Ramos, menor de 8 años e hija de un policía, que fue hallada muerta en la cisterna de la casa de sus abuelos paternos, en el sur de Riobamba, en febrero del 2024.
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A la sesión de la mesa de Justicia comparecieron también otras legisladoras, como María Fernanda Araujo, de la bancada de ADN, quienes exhortaron a que si se busca hacer una reforma no debe hacerse pensando que solo los hombres son los violentadores, ya que existen relaciones también entre mujeres en las que puede ocurrir violencia.
El legislador Vicente Taiano, del Partido Social Cristiano y miembro de la comisión, manifestó también que esta reforma no debe politizarse y que debe el proyecto de ley ser elaborado minuciosamente.
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Gabriela Goldbaum, exesposa del presidente Daniel Noboa, compareció también en la mesa legislativa exponiendo su testimonio de presunta víctima de violencia vicaria.
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Relató que en estos momentos no puede comunicarse con su hija de 5 años, quien, por una decisión judicial que considera irregular, pasará 44 días con su padre. Además, indicó que ha ingresado cuatro escritos desde enero en el caso que no han sido atendidos por el juez a cargo de la causa.
Goldbaum pidió a los miembros de la comisión que soliciten los expedientes de su caso, que asegura es ejemplo de la “violencia vicaria e institucional” de la que dice ser víctima. Asimismo, que se exhorte al Consejo de la Judicatura a supervisar las actuaciones del juez a cargo.
Mencionó que la actual pareja del padre de su hija ha interferido en sus intentos de comunicarse con la menor vía telefónica y que le ha manifestado que la infante “ya no se acuerda de ella”. Además agregó que ha pedido a la madre de su expareja interceder para que se dé el contacto con la menor y no existan estas supuestas restricciones, pero que no ha recibido respuesta alguna.
La ciudadana alertó de que el padre de la menor le ha solicitado un permiso para viajar a EE. UU. el próximo 14 de abril y que le ha hecho estar en duda de si volverá a ver a su hija si llega a conceder este permiso.
Esta fue la segunda vez que Goldbaum compareció en el Legislativo. La primera fue el pasado 11 de marzo, cuando acudió junto con las ciudadanas Mónica Luzarraga y Nélida López ante el pleno de la Asamblea Nacional para solicitar que se tipifique la violencia vicaria.
En esa ocasión, la exposición de Goldbaum duró quince minutos y sostuvo en el pleno que su exesposo ha instrumentalizado a su hija, la ha usado como objeto para causarle dolor y mantenerse en constante estado de sospecha. No solo a su pequeña hija: también a su padre, a su hermano y a todas las personas que la han apoyado y defendido.
En su intervención narró su historia y afirmó que desde su separación ha sido objeto de una persecución judicial, sumando 42 demandas en su contra y contra su familia. (I)