Seis de los diecisiete aspirantes a la Presidencia de la República elegidos en las primarias de las organizaciones políticas nacionales provienen de las vertientes socialcristiana y correísta. Esto equivale a un poco más de un tercio de lo que sería la papeleta del 2025 si es que todos ratifican sus postulaciones.
En el primer caso están Henry Kronfle, Henry Cucalón y Jan Topic; a ellos se suma Cristina Reyes, que es candidata a la Vicepresidencia. Los cuatro son o fueron militantes activos o tienen una estrecha relación personal con el exalcalde de Guayaquil y líder del partido, Jaime Nebot.
Kronfle, actual presidente de la Asamblea Nacional, es la carta oficial del Partido Social Cristiano (PSC); ha sido tres veces asambleísta en representación de la agrupación.
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Cucalón fue dos veces legislador de la alianza PSC-Madera de Guerrero y secretario municipal en la administración de Nebot. Cuando el PSC hizo alianza con Creando Oportundiades (CREO) en el 2021 para postular a Guillermo Lasso, su nombre sonó para gobernador del Guayas, pero esto no se dio tras la ruptura de las relaciones políticas. En el 2023 fue ministro de Gobierno de Lasso y para estos comicios se pensaba que participaría con CREO, pero finalmente lo hará por Construye.
Topic fue candidato presidencial del PSC en los comicios anticipados del 2023, derivados de la muerte cruzada decretada por Lasso, y es amigo de Nebot. Inicialmente iba a ser nuevamente aspirante por esa agrupación, pero declinó. Y luego se animó nuevamente, pero irá con el movimiendo Sociedad Unida Más Acción (SUMA).
En tanto que Reyes, actual parlamentaria andina, fue concejal, asambleísta constituyente y legisladora por PSC-Madera de Guerrero; se desafilió en el 2021 por discrepancias generadas a causa del apoyo político a Lasso, ya que ella había sino designada, en principio, como candidata presidencial. Ahora correrá por el movimiento Acción Movilizadora Independiente Generando Oportunidades (Amigo).
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Francesco Tabacchi, el aspirante presidencial de CREO, no ha militado en el PSC, pero su hermana Doménica fue vicealcaldesa de Guayaquil en la administración de Nebot.
En el segundo caso están los presidenciables Luisa González, José Serrano y Carlos Rabascall.
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González es la candidata oficial del movimiento Revolución Ciudadana (RC). Fue secretaria general del despacho del presidente Rafael Correa y legisladora. Terció para la Presidencia en el 2023.
Serrano, que es el aspirante del movimiento Centro Democrático, fue ministro del Interior de Correa y presidente de la Asamblea Nacional.
Y Rabascall fue el candidato a la Vicepresidencia del correísmo, en binomio con Andrés Arauz, en el 2021. No ha sido militante activo o funcionario público, pero fue por muchos año presentador y entrevistador de los medios públicos y es amigo de Correa.
El consultor político Alejandro Zavala señala que tanto el PSC como la RC (lo que antes fue Alianza PAIS y UNES) han sido “semilleros”, han formado cuadros políticos en el tiempo. “Pero las dos tienen el mismo vicio de no dar espacios: así que, por más cuadros que saquen, siempre tienen que irse porque no tienen la bendición del líder. Si no te acepta Nebot, si no te acepta Correa, tienes que buscar tu propio camino”.
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Agrega que, con la “decadencia” que han tenido ambas agrupaciones, se ve que tanto los cuadros formados en sus filas como otros afines prefieran correr con listas diferentes para no “contaminarse” y no ser rechazados por la ciudadanía, que las asocia con corrupción y manejos “mafiosos” del poder. Un ejemplo de ello sería Jan Topic o Henry Cucalón, opina.
En tanto que el analista político David Banda sostiene que el hecho de que algunos de los candidatos presidenciales tengan conexiones pasadas o presentes con el Partido Social Cristiano (PSC) y la Revolución Ciudadana (RC) refleja la fuerte influencia que estos dos movimientos políticos han tenido en la política ecuatoriana en las últimas dos décadas.
“Tanto el PSC como la RC han logrado mantener una base sólida de apoyo. En el caso del correísmo se mantiene ese 35 % de voto duro que le ha asegurado un lugar en la segunda vuelta de las últimas tres elecciones; y en el del PSC, si bien es débil en la Sierra, es fuerte en la Costa, lo que les permite mantener un número importante y decisivo de parlamentarios”, explica.
Banda señala que la asociación con estos movimientos ofrece a los candidatos una plataforma sólida desde la cual pueden construir sus campañas, aunque hayan decidido independizarse de sus orígenes.
Opina, asimismo, que la aparición de candidatos con vínculos con el PSC y la RC también puede interpretarse como una estrategia para capturar votos en un electorado fragmentado. “Dado que el espectro político está muy dividido, estos candidatos buscan aprovechar su pasado para atraer a votantes nostálgicos o leales, mientras que al mismo tiempo intentan distanciarse de los aspectos más controvertidos de sus antiguos partidos para atraer a los indecisos”, expresó.
Al ser consultada sobre esta coincidencia de militancias, Reyes dijo: “Hoy más que nunca el Ecuador merece cordialidad cívica. Y el hecho de haber estado, en su momento, en un mismo partido o haber tenido diferencias y considerar a alguien como un adversario no hay que tomarlo con personalismos. Aquí hay que contrastar las propuestas que Ecuador merece y argumentarlas en los distintos sectores”.
Más profesionales que políticos: el perfil predominante de los 17 postulantes a la Vicepresidencia
Los “invitados”
De los 17 aspirantes, seis son militantes de las agrupaciones políticas que los auspician: Jorge Escala, de Unidad Popular; Leonidas Iza, de Pachakutik; Eduardo Sánchez, de Renovación Total (RETO); Luisa González, de la RC; Henry Konfle, del PSC, y el actual presidente, Daniel Noboa, que va por la reelección con su recién creado movimiento Acción Democrática Nacional (ADN).
El resto son “invitados” por las organizaciones políticas, pero que se sometieron al proceso de primarias.
Zavala señala que estas candidaturas de personajes externos confirman que hay una crisis muy fuerte del sistema de partidos políticos, que ahora son solo “vehículos electorales y no sirven para nada más”.
“Tenemos un sistema electoral fallido. Es una vergüenza. Son partidos de papel, de aquiler. Estos candidatos, de los que no sabemos nada, solo juegan con el sistema, que les permite hacerlo”, reflexiona.
Según Banda, los partidos en Ecuador no tienen base sólida en militancia, y no existe una permanente formación política e ideológica casa adentro que genere cuadros o líderes propios, “lo que margina a la militancia, que se limita a observar cómo son invadidos por líderes ‘invitados’, que nunca han pisado la sede del partido, o no por lo menos en el último año”. (I)
