Con el objetivo de promover una cultura de integridad en la gestión de la Función Ejecutiva, el presidente de la República, Daniel Noboa, aprobó la Política Nacional de Integridad Pública 2030.
El mandatario firmó este lunes el decreto del plan, en que se detallan ocho líneas estratégicas para su implementación. Estas son:
- Concientización de las dimensiones de la corrupción, sus causas y consecuencias.
- Responsabilidad con competencia compartida entre múltiples actores en la prevención y lucha contra la corrupción.
- Gestión de riesgos y generación de tipologías para la lucha focalizada contra la corrupción en escenarios críticos para la sociedad ecuatoriana.
- Prevención y trámite efectivo de los conflictos de interés.
- Transparencia en las etapas del ciclo presupuestario.
- Desarrollo de capacidades institucionales en la prevención y lucha contra la corrupción y sus competencias.
- Contratación pública responsable y transparente.
- Aplicación de tecnologías en la lucha contra la corrupción.
En el decreto el mandatario otorga a la Política Nacional de Integridad Pública el carácter de cumplimiento obligatorio en todas las instituciones que conforman la Función Ejecutiva.
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Además, se exhorta a las demás funciones del Estado, a los Gobiernos autónomos descentralizados y a los actores de la sociedad civil, a unirse a esta iniciativa, acogiendo la política de integridad pública “como muestra de compromiso.
La Secretaría General de Integridad Pública –antes conocida como Secretaría Anticorrupción de la Presidencia–, estará a cargo de la socialización, seguimiento, monitoreo, evaluación y coordinación necesaria para la implementación efectiva de este plan. (I)
