El Ministerio de Salud elaboró un informe sobre el estado de salud del exlegislador socialcristiano Pablo Muentes, procesado en el caso Purga, en el cual se investiga el supuesto delito de delincuencia organizada.
Este pedido lo hizo el juez del caso, Javier de la Cadena, dentro de la diligencia para tratar la solicitud de revisión de medidas cautelares que planteó la defensa de Muentes y que se realizó el pasado sábado 6 de julio.
El juez no dio paso a ese pedido y por ello Muentes sigue preso en la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.
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Según el ministerio, Muentes ha recibido 19 atenciones médicas desde que llegó al centro de reclusión, el pasado 1 de abril, hasta el 3 de julio de 2024. Algunos días fue atendido hasta dos veces.
En el documento se exponen detalles de su condición médica preexistente: se realizó un baipás gástrico hace quince años y padece de hipertensión arterial, hernia lumbar, síndrome de dumping, trastorno de ansiedad y depresión.
La mañana del 3 de mayo, el exasambleísta fue trasladado al hospital Abel Gilbert Pontón porque presentó dolor en el brazo izquierdo y en el maxilar inferior del lado izquierdo, además de dolor de cabeza, mareos y presión arterial de 150/100. Volvió a la cárcel el mismo día.
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La siguiente consulta fue el 17 del mismo mes. Ahí se le realizó tanto una valoración psicológica como una clínica a pedido del juez.
En la primera se concluyó que el paciente presentaba “dificultad para concentrarse, llanto fácil, trastorno del sueño e irritabilidad”.
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En la otra se indicó que presentaba “nerviosismo, dificultad para conciliar el sueño, cansancio, náusea, falta de apetito, dificultad para la micción, chorro urinario débil y dolor abdominal inferior frecuente”.
Ambas condiciones se mantuvieron en las siguientes valoraciones médicas.
En la consulta del 28 de mayo, Muentes comunicó a los médicos que tiene un “antecedente patológico personal con trastorno de ansiedad y depresión, por lo que toma medicina prescrita por médico particular que son hipnóticos y sedantes para su patología preexistente”.
Muentes presentó en varias ocasiones una presión arterial alta en los rangos de 140/95, 150/100 y 170/100, por lo que se le ajustaron las dosis de los medicamentos antihipertensivos. Esto se refleja en los reportes del 21 y 23 de junio, y del 3 de julio.
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El pasado 10 de julio, el acusado no quiso someterse a una nueva valoración médica solicitada por el juez, según se menciona en el reporte del Ministerio de Salud.
Desde ese momento, Muentes sigue con el tratamiento definido con base en sus enfermedades preexistentes, que consiste en antihipertensivos, hipnóticos y sedantes, seguimiento cardiológico y suplementos nutricionales.
Según la teoría del caso de la Fiscalía, el exsocialcristiano era líder de un entramado de corrupción en la Corte de Guayas para sacar fallos a favor de terceros a cambio de dinero, con la ayuda de la presidenta de esa judicatura, Fabiola Gallardo, jueces, y otros servidores judiciales.
La audiencia de evaluación y preparatoria de juicio todavía no tiene fecha; en este caso hay 25 personas procesadas. (I)
