Francisco, el pontífice argentino que falleció este lunes 21 de abril a sus 88 años, dejó un legado centrado en la dignidad humana, el diálogo y el bien común.
Según su encíclica Fratelli Tutti, publicada hace cinco años atrás, el papa propuso lo que llamó “un mejor tipo de política”, una forma de actuar en lo público que se aleje del enfrentamiento y se acerque al bien común.
En el documento, se propone una política inspirada en el amor social, capaz de unir a las personas desde sus diferencias, y de transformar las estructuras injustas desde dentro. Aquí un resumen tomado de la página web de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
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- Debemos recuperar “el sentido de pertenencia de una sola familia humana”
El papa Francisco recordaba que todos estamos “en la misma barca”, y que encerrarse en los propios intereses no lleva a ninguna renovación verdadera.
Frente a la fragmentación y el individualismo, el papa llamó a superar la mentalidad aislacionista y a mirar a los demás como parte de una comunidad global, donde lo importante es buscar el bien de todas las personas, no solo el de los más cercanos.
“En lugar de la inclinación del ser humano a encerrarse en la inmanencia de su propio yo, de su grupo, de sus intereses mezquinos, se debe de comprometer a superarse toda mentalidad individualista y, en cambio, buscar el bien de todas las personas”, indicó.
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- Debemos “comprometernos a acercarnos a los demás con amor”
Frente a un clima marcado por la descalificación y el insulto, el papa proponía el amor social como respuesta. Donde implica salir de nosotros mismos, el escuchar con empatía a los demás, y buscar comprender verdaderamente la experiencia de la o las otras personas.
Llamaba a modelar con el ejemplo un diálogo abierto y respetuoso, incluso con quienes piensan diferente.
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“La costumbre de descalificar rápidamente al adversario, aplicándole epítetos humillantes, en lugar de enfrentar un diálogo abierto y respetuoso, donde se busque alcanzar una síntesis superadora”, se enfatiza en su encíclica.
- Debemos “identificar valores comunes basados en la verdad”
El amor social, sostenía el pontífice, no puede existir sin un compromiso con la verdad. Esto implica dialogar desde convicciones compartidas como la justicia, la dignidad humana y los derechos fundamentales.
Identificar estos valores puede permitir encontrar puntos de unión, incluso entre quienes piensan diferente, y “conducir a un pensamiento creativo y nuevas soluciones”.
- Debemos “aprender a desenmascarar las diversas formas en cual la verdad es manipulada”
El papa alertó sobre la manipulación de la verdad en los discursos públicos y en los medios, muchas veces impulsada por intereses particulares.
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Propuso una actitud crítica frente a las fuentes de información y animó a verificar los hechos antes de compartirlos, como parte del compromiso con una política basada en hechos y no en propaganda.
- Debemos sentirnos cómodos “siendo un poliedro”
La imagen del poliedro, con sus múltiples caras, le sirvió al papa Francisco para ilustrar una sociedad donde las diferencias no se eliminan, sino que se integran en una tensión creativa.
“El diálogo social auténtico... implica la capacidad de respetar el punto de vista del otro y admitir que puede incluir convicciones y preocupaciones legítimas. Ser francos y abiertos sobre nuestras creencias, sin dejar de discutir, buscar puntos de contacto y, sobre todo, trabajar y luchar juntos”, escribió.
Para el papa, la política auténtica requiere respeto mutuo, apertura al diálogo, y la disposición para trabajar juntos, aun en medio del desacuerdo, hacia metas compartidas. (I)