Del 13 de septiembre al 2 de octubre próximos, las organizaciones políticas deben inscribir a sus candidatos para participar en las elecciones generales del 9 de febrero de 2025. Al igual que en los últimos comicios, del total de listas que presenten los partidos estas tendrán que estar encabezadas con un 50 % de mujeres y 25 % de jóvenes y en el caso del binomio presidencial tener paridad de género: hombre-mujer o mujer-hombre.

Son 17 las organizaciones políticas que tienen luz verde presentar candidatos a nivel nacional para elegir 15 legisladores nacionales, 5 parlamentarios andinos y el binomio presidencial. Aunque se debe tener en claro que pueden formar alianzas para participar.

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En un escenario en el que todas presenten listas para todas esas dignidades, necesitan al menos 187 mujeres para terciar. A este número se deben sumar todas las mujeres que participen para legisladoras provinciales.

Tomando como referencia las listas con las que se eligió los quince asambleístas nacionales en las elecciones generales anticipadas del pasado 20 de agosto, que se dieron por la muerte cruzada que el presidente Guillermo Lasso invocó para disolver la Asamblea Nacional, estas reunieron en nueve listas a 135 candidatos, de los cuales 66 eran mujeres y 69 hombres. Para los nuevos comicios el número podría ser mayor.

El analista político Giuseppe Cabrera sostiene que si bien Ecuador se destaca por tener normado estos niveles de participación aún es necesario ejercer control desde la autoridad electoral para que estos porcentajes de representación de mujeres y jóvenes se cumplan con perfiles formados en las organizaciones y no que sean elegidos solo para completar las listas.

“Somos el país de mayor avanzada, porque la mayoría de países en Europa tienen sistemas de paridad, pero un 50 % de encabezamientos no hay en ningún sistema europeo... pero también hay que trabajar en democratizar las estructuras del partido a la interna, de que el CNE ejerza un verdadero control en los procesos de primarias, que se supone que tienen que realizar los partidos, mientras no se democraticen los partidos, los caudillos ni siquiera necesitan ser candidatos ni presidentes de los partidos y los que tienen la última palabra y definen las candidaturas”, subraya.

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El CNE realizó este martes 9 de julio, capacitación y simulacro de inscripción de candidaturas con delegados de quince organizaciones políticas.

Partidos optan por mujeres que cubran a la vez cuota de jóvenes

Cabrera considera que aunque la norma sobre el encabezamiento de listas es clara y aunque sí se cumple no termina logrando que las mujeres lleguen a espacios de poder verdaderos. Asimismo, comenta que los partidos terminan optando por buscar cuadros que cubran ambos grupos a representar: mujer menor de 29 años para cumplir con la dos cuotas en una sola candidata.

“Lo que siempre vemos que sucede es que los partidos, como dice 50 % de listas, deciden poner en provincias o en circunscripciones donde tienen más fuerza a hombres y donde tienen menos posibilidades ponen a mujeres encabezando la lista. Entonces, al final, el sistema sigue distorsionado y vemos que se cumple lo de hecha la ley, hecha la trampa”, opina y menciona que esto se puede confirmar en la conformación actual de la Asamblea Nacional, donde no existe una representación del 50% de mujeres.

Una verdadera formación al interno de los partidos que acabe con la debilidad estructural que denotan y que les permita tener perfiles construidos a lo largo de todo el proceso político y que no busquen mujeres a último minuto, es otra de las carencias que presentan las organizaciones para Ruth Hidalgo, directora de la Corporación Participación Ciudadana, quien destaca que esto no solo ocurre en cuanto a las mujeres si no también en los hombres.

“La crítica que existe a la calidad de los cuadros o a las búsquedas a último momento aplica tanto a los hombres como a las mujeres. Nos quejamos de las mujeres que están llegando a ocupar los espacios, pero no regresamos a ver a los hombres. Yo creo que en términos equitativos deberíamos hacer ese ejercicio, porque también la calidad es muy mala con respecto a la representatividad de los candidatos hombres”, sostiene.

Asimismo, Hidalgo manifiesta que, aunque los porcentajes sean altos, es muy probable que los partidos aún no estén pensando en ello en este momento y una vez más no hagan el ejercicio responsable de buscar con tiempo y hagan un mapeo de qué perfiles son los que necesitarán.

“Esa búsqueda no existe y lo que sucede es que al final salen como gallinas descabezadas a buscar quiénes le aceptan una candidatura y eso sucede tanto con candidatos como con candidatas”, reitera.

Organizaciones sin estructura política recurren a candidatos sin formación política

Otro punto que complica aún más la situación, según Hidalgo, es la gran cantidad de organizaciones políticas que constan en el registro del CNE, a la fecha tiene actualmente 231 activas.

“El tener que poner a una persona como cabeza de lista implica el tener que buscar a alguien que les represente de alguna manera. Y si no tiene estructura, entonces caen en las viejas prácticas de la deportista fit, la presentadora, la tiktoker. Pero, lo mismo sucede con los hombres. Y ahora también tenemos un montón de tiktokers, influencers, comunicadores, etcétera”, menciona.

Sobre las listas encabezadas por mujeres o la obligatoriedad de la paridad de género en el binomio presidencial, Cabrera dice estas terminan conformándose solo para para cumplir con la ley y terminan dando al país escenarios como el de la vicepresidenta Verónica Abad, quien ni bien empezado su mandato se distanció del presidente Daniel Noboa y fue enviada a Tel Aviv como embajadora y hoy poy hoy existe hasta la duda de si se le vaya a encargar la Presidencia de la República cuando el mandatario se candidatice.

“Noboa terminó poniendo como compañera a Abad, alguien en quien no confiaba, solo por el hecho de cumplir con la cuota de género. Y vemos cómo termina eso al final del día y da paso hasta que se configure un escenario de violencia de género como ha sucedido”, dice.

Para el analista es necesario que el CNE establezca que haya por lo menos una líder nacional por cada uno de las organizaciones políticas habilitadas o que, a su vez, se controle que el Fondo Partidario se destine para capacitación verdaderamente.

Por el contrario, Hidalgo menciona que es poco probable que por lo justo de los tiempos del calendario electoral y la cantidad de movimientos políticos activos, el CNE pueda hacer control en cada una de las organizaciones.

“En términos ideales, desde el deber ser, la autoridad electoral tiene que acompañar todos los procesos de democracia interna, pero pensemos que solamente en la última Asamblea Nacional estuvieron participando alrededor de 170 partidos políticos y los 170 debieron haber tenido ejercicios de democracia externa. Entonces no le alcanzan las manos al CNE para supervisar y estar presente en todos y no creo que sea una falta de voluntad y más vale se debe al sistema caduco que tenemos”, subraya. (I)