Paúl Carrasco Carpio fue el candidato que menos votación tuvo en la primera vuelta presidencial. Obtuvo el 0,21% de los votos válidos. No cree que es un perdedor, sino que todo forma parte de un aprendizaje. Estaba consciente de que no ganaría, pero cree que es un proceso.

¿Cuál es la evaluación que hace de su participación en las últimas elecciones?

Es una participación por primera vez, alguien podría decir que es mala por el número de votación. No tuvimos tiempo, no tuvimos los recursos económicos, hay lugares que ni siquiera se enteraron de que estábamos de candidatos básicamente porque la inequidad en la competencia electoral es real. Hubo candidatos que gastaron en un mes $ 500.000 o $ 600.000 en redes, eso se vio clarísimo, y no desde sus cuentas oficiales, eso demuestra la inequidad que existe.

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Pero también creo que al final hubo el voto útil. Nosotros vimos que había mucha simpatía con la gente, el reconocimiento en Quito, Guayaquil o Ambato, pero al final siempre hubo esto de que si no votas por una persona puede ganar el correísmo. Este voto útil también afectó.

¿Se esperaba la votación que obtuvo en Azuay (0,49% de los votos válidos)?

Yo creo que es normal porque son ciclos normales de la política y eso no implica resentimientos con la gente ni nada. Es parte de un ciclo político que en Cuenca obviamente terminó y sigue a nivel nacional lo nuestro.

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Siempre se anhela un poco más, pero, de todas maneras, debo decir que en Cuenca ni siquiera había gente que sabía que estaba de candidato, o sea, podemos decirle que el 70% no supo que estábamos de candidatos, en la zona rural básicamente.

¿Qué factores incidieron para la baja votación en Cuenca?

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Creo que ya terminó el ciclo, la gente todavía no ha comparado lo que es parte del proceso. Además, honestamente, no nos hemos puesto a analizar Cuenca porque no estaba en nuestro mapa estratégico. Sí estuvieron Manabí, Pichincha y las del centro del país.

¿Y estaba consciente de aquello antes de lanzarse a la campaña?

Sí, antes incluso de inscribir la candidatura, nosotros sabíamos a qué nos enfrentábamos porque tenemos un proceso claro, a mediano y largo plazo. Para aquellos que están haciendo agoreros del desastre nosotros continuamos, nosotros logramos nuestro primer objetivo que es tener un partido nacional y lo logramos.

¿Esto implica que se presentará en las próximas elecciones para la Presidencia?

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Analizaremos y veremos, hay que esperar a ver qué pasa en cuatro años. Pero nosotros vamos a seguir luchando para un proceso así, nosotros somos gente de lucha continua.

¿Qué hará de su vida ahora, seguirá viviendo en Quito?

Sí, seguiré en Quito. Haciendo mis actividades profesionales, hago consultorías de desarrollo local desde Ofise, Oficina de Investigaciones Sociales para el desarrollo

¿Se plantearía volver a la Prefectura del Azuay?

De ninguna manera, ninguna candidatura, al Azuay nada. Desde que perdimos la Alcaldía de Cuenca (cuarto lugar con 14,5% de los votos válidos) nosotros ya nos retiramos del Azuay.

Con o sin Paúl Carrasco, pero el Movimiento Podemos a lo nacional, yo no tengo ningún interés en Cuenca ni de candidaturas ni de nada.

¿Qué reflexión final le dejó la primera vuelta?

Cuando yo terminé la campaña por la Alcaldía de Cuenca nadie se imaginó que podíamos estar en lo nacional. Algunos dirán ya se acabó, pero no porque nosotros tenemos un partido, ese era un objetivo.

Si Guillermo Lasso pasa a la segunda vuelta, tendrá mi respaldo personal, del partido no porque eso se tendrá que definir. (I)