Babahoyo, LOS RÍOS

En la morgue de Ventanas permanece el cadáver del hombre que fue baleado en la parroquia Ricaurte del cantón Urdaneta y que por equivocación fue llevado a velar a la casa de Pablo Ortiz, creyendo que el fallecido era su hijo Freddy, quien estaba desaparecido.

Las horas de tristeza que vivió la familia Ortiz se transformaron en alegría la noche del martes cuando a las 23:00 Freddy llegó al inmueble, ubicado en el barrio 25 de Mayo del cantón Puebloviejo, donde se realizaba su velorio.

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Ahí las dudas sobre el cuerpo que estaba al interior del ataúd se disiparon. Freddy, un hombre de 24 años y con problemas de adicciones, dijo que había estado por varios días en la calle con sus amigos de consumo.

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Su padre, al enterarse de que habían asesinado a un hombre en el interior del cementerio de la parroquia Ricaurte del cantón Urdaneta, viajó y en medio del dolor que sentía por la ausencia de su hijo confundió el cuerpo del hombre baleado con el de Freddy, sin percatarse de que el fallecido no tenía tatuajes y su hijo sí.

La tarde de ayer, el cadáver del hombre asesinado fue trasladado desde la morgue de Babahoyo a la de Ventanas sin que hasta el momento haya sido identificado.

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Los allegados de Freddy esperan que ante lo ocurrido él deje de ausentarse por semanas para no causar preocupación a sus padres.

El dueño de la funeraria dijo que los gastos fúnebres estaban por los 800 dólares, ahora espera que aparezcan los familiares del occiso para llegar a un acuerdo económico.

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Pablo dijo que le indicaron que, al parecer, el fallecido era oriundo de la ciudad de Quevedo; sin embargo, los familiares aún no se han acercado a identificar el cuerpo.

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El hecho insólito ha causado asombro en la comunidad de Puebloviejo, uno de los cantones más conflictivos de Los Ríos por la disputa de territorio entre organizaciones delictivas que mantienen pugnas por el tráfico de drogas, secuestros y extorsiones. (I)