La cercanía al Puerto de Aguas Profundas ha convertido a la parroquia Posorja en un punto estratégico que varias bandas enlazadas con cárteles mexicanos se disputan. Esa lucha ha provocado que, en lo que va del año, en esa localidad de apenas 25.000 habitantes se hayan registrado ya cinco asesinatos, todos relacionados a la venta de drogas.