Quevedo, LOS RÍOS

Julio P., de 45 años, y su amigo Andrés B., de 32, no pudieron contener el llanto al saber que estaban siendo rescatados por las Fuerzas Armadas.

Tras varios días de permanecer en cautiverio y ser víctimas de amenazas por parte de sus secuestradores, creyeron que iban a morir.

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Los días de incertidumbre, acoso y horror terminaron pasadas las 23:00 de este sábado, 10 de agosto, cuando la casa de caña donde estaban encerrados fue allanada por militares.

Julio P. y Andrés B., ambos agricultores, permanecían amarrados con una cadena y con la cabeza cubierta con camisetas de color negro, los delincuentes los habían ubicado sobre un sucio colchón donde pernoctaron todo este tiempo.

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El secuestro ocurrió a las 19:00 del jueves en la vía Quevedo-Buena Fe, al ingreso de una finca, cuando las víctimas se movilizaban en una camioneta con cajón de madera, de color rojo.

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Los delincuentes les seguían la pista a bordo de un taxi. Las víctimas contaron que en medio del camino los sujetos les cerraron el paso y tras haber parado la marcha de la camioneta, tres hombres, todos armados, se bajaron del taxi y los secuestraron.

Los antisociales, entre insultos y golpes, los llevaron por la vía que conduce hasta el recinto Cuatro Mangas, salieron por el anillo vial para luego trasladarlos hasta la casa de caña donde fueron rescatados por las Fuerzas Armadas.

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En esta vivienda estaban retenidas las dos víctimas de secuestro.

Los uniformados, al conocer del secuestro por parte de un hijo de Julio P., iniciaron las investigaciones hasta dar con el lugar donde los tenían retenidos. Los encontraron en una de las varias casas de caña ubicadas en el ingreso de la vía al cantón Mocache, en una de las calles del frente de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo.

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En videos grabados por los militares se observa el momento de la intervención. Las víctimas, encadenadas, fueron llevadas hasta la Unidad de Vigilancia Comunitaria de la Policía, donde pudieron reencontrarse con sus familiares, a quienes los secuestradores les exigían una alta cantidad de dinero para poder liberarlos.

Durante el operativo no se registraron detenidos. (I)