Martina se atrevió a contar el caso dos meses después. Ella prefería olvidar lo que le sucedió una tarde en Quito. La mujer de 18 años había acudido a un departamento para una sesión de fotos, ella señaló que después de consumir una gaseosa perdió el conocimiento y despertó cuando era abusada por el fotógrafo.

Los hechos se dieron el 17 de febrero. La depresión que llegó a sentir motivó a que publique en sus redes sociales lo acontecido, lo que nunca imaginó fue que las historias de otras mujeres que también fueron víctimas de “Max” se iban a multiplicar.

Esta es la historia que Martina le contó a este Diario:

“Max me escribió para hacer una sesión de fotos, me ofreció un proyecto y le dije de una. Me dijo que le tenía que mostrar el vestuario por videollamada, me insistió, a veces se ponía como enojado, pero solo le iba a mostrar la ropa, no como él quería que modele. Cuando llegó el día le pedí la dirección y me dijo que iba a pagar el taxi, nunca pagó, pero no le hice problema por eso.

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Subí, me llevó a un departamento medio aislado, cuando llegué, abrí la computadora para conectarme a una reunión que tenía, en ese momento empezó a grabarme y le pedí que no me esté grabando. Él me dijo que era para subir a sus redes, ahí le dije que no quiero que me esté sacando en nada de sus cosas, me puse brava y le dije que no quiero.

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Después me dijo que mientras esté conectada él iba a trabajar en su computadora y a pedir comida, así fue y pidió unas hamburguesas.

Empecé a comer, no suelo tomar ningún líquido antes de terminar la comida. Cuando terminé, estaba tomando la cola (gaseosa), se acabó la reunión y empecé a sentirme un poco mal, veía borroso y me acuerdo que me decía cosas de un contrato que me iba a pagar por algunas cosas, o algo así.

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Todo fue muy extraño. No sé en qué momento perdí el conocimiento, después me desperté boca abajo y estaba como en blanco, cuando veo que el tipo me agarra con todas sus fuerzas y sentí un dolor en la parte de atrás que me hizo reaccionar. En ese momento le empecé a golpear.

Él intentó defenderse, me dijo ¿por qué te pones así, flaca? Yo tenía puesto una pijama roja en la parte de arriba y abajo no tenía nada. Me vestí con lo que encontré, logré salir de ahí, estaba desorientada, no me acuerdo ni cómo me fui a la casa”, relata la joven.

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Martina dijo que no le importan las consecuencias que tenga su testimonio, que ha salido a la luz y que fue replicado en redes sociales por muchos usuarios. De hecho, esto generó que varias mujeres también cuenten su experiencia con el fotógrafo de 22 años.

La depresión que sintió al perder a su novio fue el detonante que motivó a la joven a contarlo todo, pues cuando ocurrió la presunta violación no le dijo a nadie. Antes de terminar la relación, su pareja le habría recordado que tenía que contar por lo que pasó, y así lo hizo.

Una serie de publicaciones convocaron a un plantón para la tarde de este miércoles en las inmediaciones de la Fiscalía, en Quito. Martina aseguró a este Diario que ingresará la denuncia formal en contra de su agresor y que buscará que sea juzgado por el daño que le causó a ella y a más personas.

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Este Diario intentó contactar al fotógrafo, pero el número compartido estuvo apagado, también se ha cerrado su cuenta en redes sociales. En Instagram crearon dos cuentas que contienen una serie de fotografías de chats y videos con testimonios de personas que afirman haber sido víctimas de la misma persona.

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Mientras tanto, Martina pidió que la acompañen en su denuncia y que llegará hasta las últimas consecuencias con el fin de que se evite poner en riesgo a más personas. (I)