En los últimos dos años, el teniente de Policía Germán Cáceres cambió de manera significativa su patrimonio. Por un lado, se deshizo de sus carros, pero adquirió tres motocicletas; y, por otro, se endeudó en $ 160.000 y destinó parte de ese dinero a comprar la casa en la que vivía con María Belén Bernal y su hijo Isaack. Ahora es buscado por ser el principal sospechoso de la muerte de su esposa.