Expresidentes de Ecuador, políticos y policías, entre internos que pasaron por la cárcel 4, donde Germán Cáceres quiere cumplir sentencia por femicidio de María Belén Bernal

Antes de ser sentenciado a 34 años y 8 meses de prisión por el femicidio de la abogada quiteña María Belén Bernal, su exconviviente y exteniente de Policía, Germán Cáceres, expuso al tribunal que conoció el caso estar dispuesto a pagar la condena que le impusieran, pero que esto sea en la cárcel 4 de Quito, adonde fue trasladado en abril de este año tras un atentado ocurrido en La Roca, de Guayaquil, centro en el que estaba recluido.

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Él hoy sentenciado expresó esa aspiración porque cree que en otro centro penitenciario su vida corre peligro; que lo matarían.

Germán Cáceres es condenado a 34 años y 8 meses de cárcel por el femicidio de María Belén Bernal

La noche de este jueves, 25 de mayo, luego de conocerse el fallo judicial tras siete horas de audiencia, Jesús López, abogado defensor de la familia Bernal, señaló que los jueces se refirieron a esa petición, pero que dijeron que esa facultad no es de ellos sino del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).

“Así que la permanencia de Cáceres en la cárcel n.º 4 será decisión del SNAI”, comentó el patrocinador legal de Elizabeth Otavalo, madre de Bernal, quien murió estrangulada por Cáceres el 11 de septiembre pasado en la Escuela Superior de Policía Alberto Enríquez Gallo, en Quito, en medio de una discusión con su pareja por una aparente infidelidad.

Desde aquel día, ella desapareció. Y diez días después su cadáver fue encontrado enterrado en el cerro Casitagua, a pocos kilómetros de la escuela de formación policial.

El Centro de Privación Provisional de Libertad Pichincha N.º 4, más conocido como cárcel 4, está ubicado en El Condado, en el norte de la capital de la República. Allí han cumplido sentencia personas vinculadas con hechos públicos: expresidentes de la República, políticos, policías, exbanqueros, entre otros.

Tiene dos filtros de seguridad. El primero funciona en la puerta exterior: guías penitenciarios verifican que el visitante tenga la autorización para ingresar. Después, al pasar por la puerta metálica de color negro, hay una especie de caseta en la que se realiza otra revisión y se colocan unos sellos en los brazos de las personas que ingresan a este lugar.

A unos metros es posible ver algunos de los trabajos realizados en madera por algunos de los reclusos; y, al pasar los muebles, se llega al ingreso principal de las habitaciones, en una especie de casa.

Si se continúa el recorrido sin ingresar a las habitaciones, se llega a un patio con mesas y sillas plásticas donde se realizan las visitas y comparten alimentos los detenidos y sus familiares. Detrás de este patio se ubican los talleres en donde realizan trabajos de ebanistería, entre otros.

Algunos internos de la cárcel 4

Recientemente, a mediados de este mes, allí fue llevado el ahora exasambleísta de Pachakutik Peter Calo, acusado de violación. Él permanecerá en el reclusorio mientras se resuelve su situación legal.

Sobre él pesa una orden de prisión preventiva dentro del proceso penal por el delito de violación que se le sigue por una denuncia que presentó una joven de 19 años.

El cabo segundo de Policía Jonathan T., sospechoso de presunto femicidio, guarda prisión en la cárcel 4 desde inicios de este mes. El agente es señalado de supuestamente asesinar a tiros a Katherin Cingaña, de 28 años, quien era su esposa; por eso tiene prisión preventiva.

También estuvo en ese centro penitenciario el exvicepresidente de la República Jorge Glas, cumpliendo dos sentencias en firme por delitos relacionados con actos de corrupción.

Él dejó el reclusorio en noviembre pasado, luego de que el juez constitucional de Santo Domingo de los Tsáchilas Emerson Geovanny Curipallo acogiera unas medidas cautelares solicitadas por su defensa y ordenara que este saliera de la cárcel y se presente una vez por semana en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, y que no pueda salir del país.

Daniel Salcedo Bonilla, quien supuestamente estuvo involucrado en delitos de peculado, fraude procesal, delincuencia organizada y lavado de activos, también estuvo recluido en la cárcel 4, pero salió a inicios de noviembre del año anterior después de que el juez Simón García Tello, de la Unidad Judicial Multicompetente en Materias No Penales y Adolescentes Infractores con sede en el cantón Paján, provincia de Manabí, dispusiera su libertad.

El funcionario judicial consideró que en cinco procesos penales hubo ya caducidad de la prisión preventiva.

El ex comandante general de la Policía Fausto Tamayo también estuvo recluido un tiempo en el Centro de Privación Provisional de Libertad Pichincha N.º 4, tras ser juzgado penalmente por el delito de delincuencia organizada en el caso denominado Pases Policiales, que salió a la luz pública en el 2015.

Por las celdas de la cárcel 4 han pasado expresidentes, como Fabián Alarcón y Lucio Gutiérrez. El centro penitenciario es una casa adaptada a prisión que nació como centro de privación para expolicías. Tiene capacidad para 60 internos aproximadamente.

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Entre febrero y mayo de 1999, Fabián Alarcón estuvo recluido en dicho recinto de Quito, procesado por una presunta contratación ilegal de personal mientras fue presidente del entonces Congreso Nacional.

Lucio Gutiérrez, en cambio, estuvo un corto tiempo allí, acusado por malversación de los fondos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Apresado el 12 de julio de 1999 por delito de peculado, el expropietario del Banco del Progreso, Fernando Aspiazu Seminario, fue parte de los internos de la cárcel 4 de Quito. (I)