Sin duda alguna, el gobierno del presidente Moreno ha sido muy afanoso en lograr acuerdos comerciales, en especial con Estados Unidos, pero ¿será capaz de lograrlo o al menos dejarlo en su lista de legado?

Analicemos la situación actual, Estados Unidos se encuentra en medio de elecciones que apuntan a que el candidato demócrata, Joe Biden, sea el nuevo presidente. A pesar de que Estados Unidos se caracteriza por tener institucionalidad marcada y delimitada, no podemos dejar de lado que, al posicionarse un nuevo presidente, significaría retomar conversaciones entre los países con base en una nueva visión política. Eso también incluiría que se inicien conversaciones entre los presidentes Moreno y Biden para marcar un hito político de apoyo a un acuerdo comercial entre ambos países.

Por otro lado, durante las reuniones del Trade & Investment Council (TIC), Estados Unidos ha demostrado ciertas preocupaciones respecto a los contingentes y cupos en materia agrícola, que hasta la fecha no se han logrado resolver por parte de Ecuador. Asimismo, no podemos dejar de lado que hay sectores sensibles como el de carnes, pollos y lácteos que deben de revisarse con mucha cautela al momento de suscribir un acuerdo comercial con Estados Unidos porque los agricultores americanos cuentan con subsidios e incentivos que el sector agrícola ecuatoriano no tiene. Y si analizamos la experiencia de nuestros vecinos Colombia y Perú al respecto, podemos ver que su industria local ha sufrido afectaciones.

Otro cuello de botella que existe es que si Estados Unidos exige suscribir un Tratado Bilateral de Inversión (TBI) con Ecuador, el artículo 422 de la Constitución de la República del Ecuador restringe que la solución de controversias entre inversionista y Estado pueda llevarse en cortes arbitrales internacionales fuera de la región, lo que claramente podría ser un freno para una potencia como Estados Unidos. Además, Ecuador también está en medio de época electoral y cambio de mando en un futuro próximo, si el nuevo gobierno no tiene voluntad política para construir un acuerdo público-privado que permita avanzar con las negociaciones con Estados Unidos, difícil será que este se concrete.

Existe otro factor que debemos tomar en cuenta, el mundo no es igual a aquel que existía cuando se iniciaron las negociaciones del TIC, puesto que la pandemia ha cambiado el objetivo de los gobiernos. Ahora buscan estabilizar sus economías, promover su producción local e internacionalizar a sus empresas, y la idea de abrir sus fronteras con un acuerdo comercial no está en la mesa.

Finalmente, la visita del ministro Iván Ontaneda a Estados Unidos, hace pocos días, pone sobre la palestra la posibilidad de reanudar conversaciones sobre la negociación de un acuerdo comercial, pero Ecuador debe de estar listo internamente antes de poder avanzar. Para eso, necesitamos políticas públicas claras y dirigidas a incrementar y mejorar la productividad, así como la oferta exportable, incentivos tributarios/arancelarios y herramientas de cadenas globales de valor, como zonas francas, para poder ser competitivos en mercados internacionales como el americano. (O)