Esta semana he realizado varias diligencias en la Fiscalía de Guayaquil y al encontrarme con varios colegas –siempre se conversa qué diligencias tiene– y me llama la curiosidad que dos de ellos iban a revisar expedientes por supuestos fraudes informáticos y otros delitos que se han denunciado y fueron perjudicados en sus cuentas bancarias en cierto banco de la ciudad.
Yo manifesté a mis colegas que tuve conocimiento de una persona que pasó por la misma situación, pero luego del respectivo reclamo tanto al banco, como a la Superintendencia de Bancos, le fueron resarcidos sus valores por este tipo de fraude informático o de estafa que le hicieron al cliente.
Es importante que esta prestigiosa institución financiera del país –y que está en proceso de venta– haga las correspondientes indagaciones y diligencias investigativas juntamente con la Fiscalía, la Policía Judicial y las personas perjudicadas, para poder determinar si son casos aislados o si existiría alguna mala injerencia que fuese de carácter interno.
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Cuando un cliente confía en una institución y se presenta algún caso o reclamo por aparente estafa o fraude, se deben activar todos los sistemas de seguridad, asesoría y asistencia jurídica, etc., para darle a ese cliente la confianza de que los procedimientos se hacen correctamente, y que cualquier incidente puede ser dentro del entorno del cliente, o de delincuentes externos.
Si ya hay una o varias denuncias es responsabilidad de la institución que ninguna de estas queden en el archivo y en la impunidad, y se dé con los responsables; esto es importante para dar mayor confianza y seguridad a los clientes y al público.
Si un caso queda abierto, los autores del delito volverán a realizar otros ilícitos porque la entidad financiera solamente se limitó a receptar la queja. (O)
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Xavier Rodolfo Aguilera Caicedo, abogado, Guayaquil