El 14 de junio es una fecha que alegra los corazones vinceños porque celebramos la cantonización de nuestra tierra bendecida de encanto natural: Vinces.

Rindo un homenaje a mi ciudad, que posee grandes historias de lucha y trabajo fecundo de su gente; a través del tiempo han demostrado su amor a esta linda tierra que los vio nacer en la provincia de Los Ríos.

Son 178 años de vida cantonal que cumple Vinces (14 de junio de 1845). Exalto a mi cantón porque encierra un pasado próspero comercial, agrícola y ganadero. En el presente, atrae turismo en sus fiestas, reconocidas internacionalmente por las regatas, la noche veneciana, las ceremonias cívicas.

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Es el primer balneario de agua dulce; tiene el humedal Abras de Mantequilla, donde se encuentran muchas aves, iguanas, garzas, batracios, etc. Dichas especies las observan ambientalistas, y el público que las visita toma fotos con los teléfonos celulares del hábitat, la vegetación, las lagunas, el ecosistema... El humedal está a menos de doce kilómetros de la ciudad de Vinces; es una reserva de flora y fauna. Se pueden llevar gafas, sombrero; y, porque es invierno y podría llover, tener un paraguas o un encauchado.

La ciudad de Vinces posee belleza arquitectónica antigua, un bello malecón para el paseo tranquilo y relajante, contemplar la corriente del río que invita a soñar, realizar turismo rural, conocer el pasado y presente de las tradiciones y cultura de los vinceños; la tierra fértil de banano, cacao, maíz, de las más ricas frutas, de los grandes pastos. Ojalá que en un futuro no muy lejano podamos contemplar grandes adelantos tecnológicos, regeneración urbana, nuevos servicios. Mientras tanto, no dejemos de soñar y festejar las comparsas. Dios bendiga a Vinces. (O)

Alicia de Jesús Carriel Salazar, vinceña, profesora; Guayaquil