Ciertos pensamientos sugieren festejar el 13 de julio de 1822, cuyo contenido es contrario a la verdad histórica fundamentada en hechos y documentos históricos que contraría dichas opiniones y desvirtúo sus criterios, no solo por la narrativa de ilustres historiadores desde el siglo XIX hasta la presente sino documentalmente.

El 13 de julio de 1822, Bolívar con el respaldo de las tropas invadió a Guayaquil, y a manu militari arrasó con el proceso independentista del 9 de Octubre de 1820, para cuyo efecto dictó el bando por intermedio de su subordinado, el general Bartolomé Salom, venezolano, a quien había nombrado intendente (gobernador) de Guayaquil. Extraigo de su texto la parte pertinente: Bolívar… “ha tomado a Guayaquil, que el pabellón de Colombia será tomado por la Provincia, Colombia deberá ser victoriada en todos los actos públicos, Bolívar y sus subalternos ejercerán el mando militar y político, las antiguas autoridades han cesado en sus funciones…”. Las damas guayaquileñas arriaban el pabellón colombiano y Bolívar ordenó izar los dos pabellones. Nada grato es recordar tan funesta fecha, perdimos el sentido de nacionalidad y de autoridades propias. (O)

Regina Zambrano Reina, doctora en Jurisprudencia, Guayaquil