Después de cuatro días de vacaciones por el feriado de carnaval, el pueblo ecuatoriano regresa al teletrabajo, al estudio virtual, a la rutina, o a la cama con COVID–19.

Después de la celebración, los juegos, los bailes, las comidas, los paseos, quienes están con energía acuden a las iglesias, los templos; con el objetivo que les pongan en la frente el signo de la cruz de ceniza, ya que estamos en Miércoles de Ceniza. (O)

Victoria Medina L., 28 años, vía a Daule