¿Quién no quisiera ganarse un vehículo cero kilómetros tan solo actualizando tu información todos los años, o ganar un atractivo obsequio por recompensa a tu fidelidad con una marca o empresa? Suena bonito, pero por lo general es un anzuelo para una estafa o algo peor, como el secuestro de información al ingresar al enlace que recibiste a tu correo institucional, comprometiendo de manera muy seria a la empresa donde laboras. En las celebraciones nacionales o cantonales se activan estos estafadores y ofrecen concursos o premios gratuitos a cambio de actualizar la información, para esto adjuntan un link donde se secuestra información para luego pedir rescate por montos altos vía transferencia nacional o internacional, a lo que se denomina ransomware o secuestro de datos, una vez que se detecta quién fue el empleado que comprometió la infraestructura tecnológica o contable de la empresa donde labora le puede costar el puesto o incluso afrontar una demanda. Vale la pena: no.
¡Cuidado con las tiendas en línea!
A nivel de educación financiera y tecnológica tenemos que ser muy cautos con la información que proporcionen a terceros, incluso tratar estos temas con los jóvenes que pasan al enrolamiento laboral. No nos dejemos engañar del diseño de la plataforma ni del uso profesional de logos. A nivel mundial existen bandas criminales muy especializadas incluso en psicología de las masas, estas pescan a río revuelto y con atarraya, luego cae la víctima y le roban su identidad, datos de tarjetas de crédito, claves, perfiles de redes sociales e incluso fotos estratégicas o comprometedoras. (O)
Gunnar Lundh Iturralde, periodista, Guayaquil