Las entradas a la final de Copa Libertadores en Guayaquil ya pueden estar agotadas porque acaparadores, los típicos revendedores tendrán los boletos para estafar con precios más caros. Los hinchas pagan lo que sea por ver fútbol.

Prohíban dichas reventas ilegales con prisión. (O)

Walter Soto P., Milagro