Sus padres vinieron con las manos vacías, pero prestas para trabajar y trabajaron duro. Y con su ardua labor le dejaron su ejemplo de éxito.
Así llegó la familia Czarninski a Ecuador, la que creó un imperio empresarial
Aunque un empresario sea exitoso no puede dormir en más de una cama, ni ponerse más de un par de zapatos, ni comer siete platos, pero sí puede hacer que muchos que antes dormían en el suelo duerman ahora en una cama; que muchos que antes andaban descalzos ahora usen zapatos; que muchos que antes se quedaban con hambre coman ahora lo suficiente. Más aún, que sus hijos tengan ahora la educación que los sacará de la pobreza o de la delincuencia. Con su éxito siembran patria y transmiten esperanza a todos los ecuatorianos, quienes buscaban un trabajo honesto para poder brindar el sustento a sus familias.
Cuando un empresario se va no hace falta hacerle un monumento, su monumento está en los miles y miles que viven mejor, que viven gracias al esfuerzo de ese empresario.
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Cerca de sus padres fue sepultado Johnny Czarninski en el Cementerio Judío de Guayaquil
Uno de esos empresarios, Johnny Czarninski, continuará viviendo entre nosotros, en las empresas que creó, en los trabajos que generó, en las industrias que promovió y, sobre todo, en el ejemplo que dio al Ecuador. En una sociedad en que para muchos la ilegalidad o la corrupción son el único camino, Czarninski demostró, quitando horas al sueño y a la diversión, que hay también el camino del trabajo honesto que genera trabajo para otros.
Hoy sus padres, que llegaron a este país con las manos vacías, lo reciben con las manos llenas del agradecimiento de tantos ecuatorianos que hicieron sus vidas gracias al esfuerzo de su hijo.
¿Quién era Johnny Czarninski, presidente de Corporación El Rosado?
Gracias, Johnny Czarninski. Gracias por su labor y su esfuerzo. Gracias por dejar a sus colaboradores empresas estables que les permitirán ser el sustento de sus hogares. (O)
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Joaquín Vicente Martínez Amador, ingeniero industrial, Guayaquil
