Quienes vivimos en cualquiera de las ciudadelas del cantón Samborondón, para venir a Guayaquil, debemos tomar la vía que conduce al puente de la Unidad Nacional, lo que día a día nos obliga a asumir todo tipo de precauciones para evitar molestias o riesgos. Todos los carriles terminan en el kilómetro uno y, de los tres carriles que llegan, uno dirige algunos vehículos al primer retorno y los demás vehículos siguen hasta La Puntilla o van a la vía a Durán. En este, en el término de la vía antes de Guayaquil, el desorden es único y la desconsideración es, casi, general.

Trabajos de instalación de redes eléctricas y reparación de luminarias del puente de la Unidad Nacional se ejecutarán hasta el 29 de febrero

Los vehículos que salen del centro comercial no siempre logran agregarse al primer carril y forman uno adicional, que “permite” la formación de otro carril; y, si quienes leen estas líneas lo recuerdan, esa vía tiene solamente dos carriles. El 15 de febrero, no obstante, pude ver que una persona conducía un automóvil que insistía en la vía intermedia, a la que no tenía derecho, pegándose a los vehículos a los que les correspondía el carril derecho, y fue torciendo los espejos retrovisores sin consideración alguna; pude observar cómo un conductor bajó el vidrio de su lugar para enderezar el espejo forjado de su estado natural. Esta tuvo que aceptar que estaba mal ubicada y logró incluirse en el carril derecho, porque el vehículo en el que yo viajaba, por imprudente, no le permitiría que ingresara al nuestro. Pero no habíamos logrado llegar al puente cuando otra persona se maquillaba, sin mayor prudencia, llevando entre los dedos el maquillaje y con el volante.

Daños en puente de la vía Perimetral

No hubo accidente. Es verdad, no lo hubo, pero esas actitudes irresponsables son las que los producen cuando el diablo interviene y las personas no pasan por una debida instrucción. A todo esto, no vi a ningún agente de tránsito, que serían también de gran ayuda para controlar las acciones de buses que conducen de forma peligrosa. (O)

Publicidad

Virgilio Jarrín Acunzo, doctor en jurisprudencia, Guayaquil