Por primera vez en el año lectivo 2024-2025, regiones Sierra y Oriente, se impartirá Educación Financiera a estudiantes desde inicial hasta bachillerato. Este enfoque busca equipar a los jóvenes con las herramientas necesarias para gestionar sus finanzas personales de manera efectiva.
La identidad nacional frente a escenarios de recesión
Los estudiantes aprenderán conceptos básicos, como el ahorro, el presupuesto y la inversión. Estos principios son fundamentales para ayudarles a tomar decisiones informadas sobre su dinero. La educación financiera no solo se trata de aprender a manejar el dinero, sino también de comprender su valor y cómo puede influir en sus vidas. Además, esta asignatura fomenta la responsabilidad y la autonomía. Al aprender a planificar sus gastos y a ahorrar, los estudiantes desarrollan habilidades que les servirán a lo largo de su vida, lo que les permitirá enfrentar situaciones económicas adversas con mayor preparación.
El currículo incluirá actividades prácticas, como simulaciones de comercio y proyectos de ahorro. Estas experiencias permitirán a los estudiantes aplicar lo aprendido en un entorno seguro y controlado. La gamificación de estos conceptos hará que el aprendizaje sea más efectivo.
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¡Educación Financiera debe ser materia obligatoria!
Es esencial que los docentes reciban capacitación adecuada para impartir estos contenidos; esto asegurará que los estudiantes reciban información precisa y relevante. La colaboración entre instituciones educativas y expertos en finanzas será clave para el éxito de esta iniciativa.
La implementación de la educación financiera en las escuelas también tiene un impacto positivo en la comunidad. Al formar jóvenes financieramente responsables, se espera que estos conocimientos se transmitan a sus familias, creando un efecto multiplicador en la sociedad. Esto contribuirá a una cultura de ahorro y planificación financiera en el país. (O)
Roberto Camana-Fiallos, escritor y docente investigador, Ambato
