En el norte del país está construido el puerto de Esmeraldas, donde funcionan eficientemente los terminales de los dos oleoductos que traen el petróleo que se exporta; ubicados estratégicamente, no son afectados por sedimentos.
Para el caso de la terminal portuaria, hasta el año 2015 que por razones de trabajo viajaba a Esmeraldas, funcionaba eficientemente para varios tipos de carga y sobre todo recibiendo importaciones de gran cantidad de vehículos.
Una noticia hace algún tiempo hacía conocer de la actual situación desastrosa del terminal, ya que según el noticiario no puede recibir barcos de ningún calado al estar totalmente afectado por la sedimentación. ¿Cómo se ha manejado negligentemente un negocio tan rentable?
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Para el caso de Manta, pese a su privilegiada ubicación y características naturales especiales, por malos políticos gubernamentales, está marginado.
En lo que tiene que ver con Puerto Bolívar, con una administración visionaria y con el trabajo coordinado de agricultores, sector pesquero y la gran industria de Azuay y Loja, han logrado una operación óptima y con grandes resultados económicos.
El Puerto de Posorja, ubicado privilegiadamente en el lugar donde el río Guayas es recibido por la masa de mar, que ocasiona que la gran cantidad de sedimentos que traslada el río Guayas se precipite al fondo marino, pero como los planificadores ya habían considerado esta condición, eliminaron los goles, logrando un calado suficiente para la llegada de los barcos por Panamá y barcos de más de mil contenedores puedan maniobrar eficientemente; teniendo permanentemente una draga, se pueden mantener las condiciones óptimas de operación, que complementadas por la implementación de una zona franca se desarrollan negocios paralelos para los importadores.
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Ya en la actualidad, una de las mayores navieras opera desde Posorja. Varias también se han trasladado y operan desde ese puerto. Y a corto plazo la mayoría de navieras operará desde ahí, con lo que los puertos marítimos de Guayaquil tendrán mínima demanda, los barrios del sur volverán a ser residenciales y la necesidad del quinto puente no será prioritaria, lo que puede afectar a la economía de la ciudad. (O)
Carlos Alberto Bernal Lange, ingeniero civil, Portoviejo
