Las posturas de diferentes asambleístas por la aprobación de la interrupción voluntaria del embarazo en caso de violación es un tema que de momento desata muchas opiniones, tanto de quienes están a favor de esa ley como de quienes están en contra; pero en ninguna de las cuales, al parecer, tomaron en cuenta la situación y sobre todo la opinión de las mujeres que serán afectadas.

La interrupción del embarazo, en palabras directas, se conoce como aborto: termina con la vida de un ser humano en gestación, y considerando quienes creemos en Dios creador de vida, es un crimen terminar con la vida que se está gestando en el interior de la mujer que ha sido violentada. Sería mejor que, en lugar de interrumpir ese embarazo, el Estado le dé a la mujer toda la ayuda médica, psicológica..., y dejar que la gestación llegue a su término de manera natural; y una vez ocurrido este hecho, que la afectada decida qué es lo que desea hacer con esa criatura, conservarla o entregarla al Estado, para que este a través de organismos se haga cargo de criarla y entregarla en adopción a alguna familia deseosa de tener hijos, pero que por razones médicas o físicas no puede tenerlos. De este modo se preservaría la vida de la criatura y de la madre, pues toda intervención médica que hagan para efectuar la interrupción del embarazo conllevará peligro que puede causar muerte. (O)

Julio César Calero Garcés, licenciado en Comunicación, Guayaquil