El 17 de septiembre Milagro festejará 109 años de cantonización y en esta ocasión con un matiz diferente luego de dos años de pandemia de coronavirus en la que hemos pasado por situaciones negativas y una lectura de vida especial que la historia recordará. Y cual ave fénix, igual que todas las ciudades del país y del mundo, nos toca elaborar una agenda de prioridades que nos permita reactivarnos ante la desidia de nuestros gobernantes.

Milagro no puede ni debe estar en abandono. La historia nos relata que hubo momentos memorables de trabajo, convicción, esfuerzo por lograr grandes ejecutorias a favor de su crecimiento. Desde su nacimiento como recinto, parroquia, cantón, capital de zona 5 y hasta la quimera idea de provincialización; en esta ciudad vivieron hombres y mujeres que trabajaron por ver a Milagro en la palestra del desarrollo. Sin embargo, muchas autoridades no cumplen los ofrecimientos de campaña, peor con las necesidades prioritarias de una comunidad que ha crecido desordenada, sin planificación. Por ello a quienes regresan a la ciudad se les escucha decir, Milagro está igualito que hace 30 años; si nos ponemos a compararlo con ciudades grandes encontramos diferencias abismales. Entramos a un nuevo proceso electoral y los candidatos han empezado a ofrecer el oro y el moro, pero cuando llegan al sillón municipal recién se dan cuenta que el Municipio está endeudado, que el Gobierno no asigna recursos y tantos pretextos para no actuar y cumplir sus promesas preelectorales. Y así seguimos igual. Milagro merece mejor suerte, formemos frentes de educación, salud, seguridad, bienestar. La batalla por la ciudad que soñamos es de todos y ahora por nosotros y los que vendrán. El milagro es ahora o nunca. (O)

Keythel López Morán, Milagro