Aprovechemos que hablamos del Día del Padre hoy domingo, 18 de junio, que destacamos los principios y las palabras más bonitas al padre; tomemos la decisión de abolir, de no nombrar nunca más el mote contradictorio de “padres de la patria” que se ponen los políticos, los parlamentarios.

La palabra padre no se puede manchar, politizar, usar mal, para nombrar a gente no parternal que dio, y a la que hoy en día también da mal ejemplo de odio, peleas, engaños, se han tirado en ciertas épocas disparos, ceniceros en la cara; se insultan, revelan ambiciones, traiciones, mentiras, hacen daño a la patria. Un buen padre (y una buena madre) no hace eso. Esos no son padres de nosotros. (O)

Adalberto Rodríguez, Quito