El presidente Lasso no ha sido preciso con sus ministros. Tuvo un buen ingeniero civil, pero lo puso como ministro de Energía y terminó muy mal. Puso a un arquitecto en el Ministerio de la Vivienda, pero lo recicló como ministro de Transporte y Obras Públicas y no da pie con bola. En el Ministerio de Energía puso un abogado que, al parecer, no sabe que Coca Codo Sinclair no tiene represa porque la captación es a filo de agua. No es tan cierto que, “si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonada”, por más que la frase sea de Dale Carnegie.
Por eso, la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción envió un oficio al presidente de la República el 27 de marzo de 2023 solicitando “la destitución del actual ministro de Transporte y de Obras Públicas (MTOP) y que en su lugar se designe a una persona con trayectoria, capacidad técnica y experiencia”. Sustentaron su pedido en una lista de 28 temas que el ministerio no ha cumplido. El primero y el más importante es la construcción del Puente Sur de Guayaquil, mal llamado ‘quinto puente’, que lo tienen en el congelador. Tal es la reacción a este proyecto que un político criticaba la calidad de los puentes que unen a Quito con los valles, y quizás con razón; pero se equivocó de largo cuando dijo que “Quito no tiene un solo puente importante... pero Guayaquil ya va por el quinto puente”, lo cual no es verdad. Lo que llaman ‘quinto puente’ no existe, solo está en proyecto, y cuando lo hagan será el primero y no el quinto, pues no hay puente sobre el río Guayas. No se cuentan el puente a la isla Santay, porque es peatonal, ni el de la Unidad Nacional sobre los ríos Daule y Babahoyo. Que ni sepan que Guayaquil tiene más de 20 puentes regados por toda la ciudad, hechos por el Municipio de Guayaquil y no por el Gobierno central, sin sumar los puentes de la vía Perimetral, que los construyó el Gobierno del ingeniero León Febres-Cordero, tras una larga polémica con políticos que se oponían a su construcción. Decían que la vía no era necesaria, era muy larga, tenía muchos carriles, era un despilfarro, etc. Es decir, el mismo estribillo que se repite hoy con el Puente Sur de Guayaquil, con la diferencia de que en esa época teníamos un presidente guayaquileño de pura cepa que defendió el proyecto.
El nuevo alcalde de Guayaquil debe promover una consulta popular que diga: “¿Está de acuerdo en que el Gobierno central entregue al Municipio de Guayaquil la competencia para construir el Puente Sur?”. Mi respuesta sería un sí, porque amo a mi ciudad, y porque ni el presidente Lasso ni su antecesor lo han podido hacer. (O)
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Carlos Luis Hernández Bravo, ingeniero civil, avenida Samborondón