El taxi amarillo para ejercer legalmente su trabajo, debe pertenecer a una cooperativa o compañía debidamente legalizada y aprobada por autoridad competente. La queja diaria de este gremio es, “el taxi, antes era bueno, ahora ya no es negocio”. La penuria financiera del taxi se debe a causas externas e internas, entre las primeras están la falta de regulación y control de los entes encargados, los que improvisan la autorización del ingreso de nuevas operadoras; permiten que vehículos de placa particular trabajen como taxis; se hacen de la vista gorda ante la presencia de empresas extranjeras que dan servicio paralelo, aupando todo esto a la competencia. Otra causa externa es la falta de actualización de la fórmula para calcular el valor de la carrera, ya que las condiciones han cambiado y hacen que la actual sea obsoleta. Entre las causas internas, la más grave y dañina, es la falta de capacitación financiera del empresario taxista, y por desgracia no es el único gremio, el mal es general en toda la transportación nacional, puesto a que no saben calcular la tarifa técnica del pasaje. El empresario taxista debe saber elaborar la fórmula del taxímetro para contrastar con la de la autoridad y reclamar sus derechos técnicamente. (O)

Marco A. Zurita Ríos, Quito