El Gobierno anunció el toque de queda como un flash informativo el sábado pasado a las nueve de la noche, sin dar tiempo a los novios a realizar en paz su fiesta, sino a casarse rápido, tomarse las fotos, las copas, el baile y el menú rápido con los invitados, antes de la una de la mañana para que no les coja el toque de queda, no vayan presos por no estar todos metidos en sus casas. Debió anunciar a la ciudadanía por lo menos con unas dos semanas de anticipación para cancelar la fiesta de bodas y otros compromisos para otros horarios en la mañana y tarde, y evitar gastos y pérdidas de dinero.

Además, el Gobierno anunció que dotaría al país de más policías (aún no reúne a todos), y escuchó la delincuencia, que tuvo tiempo para organizarse, para asaltar y amenazar con más atentados en esta semana. El Gobierno no tiene que dar a conocer el programa de combate a la delincuencia, no decir el número de policías. (O)

David Landires V., avenida Samborondón