El hecho de que una persona reciba un servicio médico gratuito no le da derecho a tener un mal comportamiento con el servidor público que lo está atendiendo.

Muchas veces se usa de excusa que la persona tal vez no ha crecido con los recursos necesarios, pero considero que la educación es indiferente a la clase social de una persona. Si alguien te atiende con respeto y empatía, lo más adecuado sería devolverlo de la misma manera. (O)

Estefanía Freire, Guayaquil