Existen circunstancias en las que no podemos expresarnos verbalmente, sino con sonrisa, llanto, abrazo, etc.

El silencio es una expresión no verbal, del alma, del corazón latiendo, de paz o dolor, temor, arrepentimiento. ¿Qué es más: un corazón que late por amor, que en silencio genera comportamientos solidarios, generosos, altruistas, sinceros; o un corazón egocéntrico que genera palabras, discursos, promesas que nunca se cumplirán, ya que son solo mentiras, cantos de sirena? Es época de Cuaresma, silencio en el cual meditamos si seguimos la doctrina de amor, justicia, santidad de Jesús de Nazaret. (O)

Eduardo Emilio Jiménez, Salinas, Santa Elena