A propósito de la carta publicada el pasado sábado 5 octubre de Jorge Calderón Salazar, analista económico, me permito comentar que concuerdo totalmente con él . Hace cuatro meses tuve la oportunidad de visitar y conocer Costa Rica y realmente quedé sorprendido de su nivel de desarrollo. Cuenta con una infraestructura hotelera, de restaurantes y servicios de alta calidad para el turismo, aprovechando excelentemente sus bellezas naturales, tanto en sus playas como en zonas del interior del país. Se observa la enorme inversión tanto nacional como extranjera en el campo de la tecnología, de la educación, de la banca y de los servicios de salud. Se aprecia que el personal que atiende en las diferentes actividades posee buen nivel educativo y está capacitado para el desempeño de sus funciones.
Lo mencionado definitivamente es el resultado de la adopción por parte de Costa Rica de un proceso de desarrollo de largo plazo que constituye un ejemplo válido de emular, como bien lo señala Calderón. Contrasta esto con lo que ha sucedido en nuestro país en casi 60 años. En efecto, he comparado cifras económicas que reflejan la situación de Ecuador frente a Costa Rica. He tomado cifras de 1965 cuando el PIB de Ecuador era de $ 2.387 millones y el de Costa Rica era de $ 593 millones. Comparemos con el 2023, el PIB de Ecuador era de $ 109.167 millones y el de Costa Rica era de $ 79.994 millones.
Mientras Ecuador creció 46 veces entre 1965 y 2023, Costa Rica lo hizo 135 veces. Costa Rica se enriqueció y nosotros nos empobrecemos, esta es una cruda realidad. (O)
Publicidad
Juan Abel Pachano V., Quito