Combinar cigarrillos electrónicos y tabaco no reduce el riesgo cardiovascular. EFE/ Foto: SEBASTIEN NOGIER SEBASTIEN NOGIER


El tabaco es causa principal de cáncer y de muerte por cáncer. El Día Mundial sin Tabaco 2023 se conmemoró ayer. La gente que usa productos de tabaco o que está regularmente alrededor de humo de tabaco ambiental (también llamado humo de segunda mano) tiene mayor riesgo de sufrir de cáncer porque esos productos y el humo tienen muchos compuestos químicos que dañan el ADN.

Los tipos de cáncer que por dichos motivos se adquieren son de pulmón, laringe, boca, esófago, garganta, vejiga, riñón, hígado, estómago, páncreas, colon y recto, cérvix o cuello uterino y leucemia mieloide aguda. El uso de tabaco sin humo (rapé o tabaco de mascar) produce cánceres de boca, esófago, páncreas. No hay un grado sin daño en el tabaquismo. Quienes dejan de fumar sin importar su edad tienen una ganancia sustancial en expectación de vida, en comparación con quienes siguen fumando. Dejar de fumar al tiempo de un diagnóstico de cáncer puede reducir el riesgo de muerte.

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En el mundo hay 1.300 millones de consumidores. Y 8 millones de personas mueren cada año (7 millones de fumadores activos y más de 1 millón de no fumadores afectados por humo de fuente ajena), incluyendo 1 millón en las Américas. La esperanza de vida de los fumadores es 10 años menos que la de los no fumadores. La mortalidad atribuible al consumo en la región representa el 15 % de las defunciones por enfermedades cardiovasculares, 24 % por cáncer y 45 % por enfermedades crónicas respiratorias. La mitad de fumadores morirán por una enfermedad causada por el tabaco, perdiendo un promedio de 10 a 15 años de vida. El costo económico total del tabaquismo a nivel mundial (derivado de gastos en salud y pérdidas de productividad asociados) es estimado en $ 1,4 billones; equivaldría al 1,8 % del PIB mundial anual del 2012. (O)

Francisco Plaza Bohórquez, ginecooncólogo y mastólogo, Guayaquil