(Variaciones sobre un tema de John Lennon)

Imagina un país donde puedas circular a pie o en bicicleta por las calles de cualquier ciudad, a cualquier hora del día o de la noche, sin el riesgo de sufrir un atropellamiento, un asalto o una violación. Donde los policías no tengan miedo de intervenir a favor de las víctimas sin sufrir un juicio y la pérdida de su carrera, mediante el uso progresivo de la fuerza si es necesario. Donde los delincuentes no tengan más derechos que los policías o que las víctimas. Donde los niños estén seguros en la calle y en sus escuelas, y no haya diferencias significativas de buen trato y de nivel entre la educación pública y la privada. Donde los jóvenes bachilleres tengan oportunidad de acceso a la universidad o a la educación técnica, de acuerdo con sus intereses, y con opciones de trabajo al terminar su carrera. Donde haya suficientes alternativas de especialización a nivel de posgrado según los deseos de cada quien y los requerimientos del país. Donde los hospitales y centros de salud públicos estén bien dotados de medicamentos, equipos y personal especializado. Donde se prefieran especialistas nacionales en lugar de unos importados, impostados y explotados. Donde las redes sociales se usen como un lugar virtual de libre expresión y de generación del buen debate y de construcción de la opinión productiva y argumentada, en lugar de ser un espacio de intercambio de insultos y acusaciones no fundamentadas. Donde la gente lea, piense, escriba, opine y camine, en lugar de pastar frente a una pantalla, mirando el fútbol, rumiando teleseries y espiando la vida ajena en lugar de protagonizar la propia. Donde los políticos tengan buen nivel educativo, ético y cultural. Donde los asambleístas propongan leyes, fiscalicen, trabajen duro, tengan solamente un asistente cada uno, se paguen sus propios gastos y no sean tan corruptos e ignorantes. Donde el debate político sea una confrontación de argumentos y propuestas, en lugar de calumnias e improperios. Donde los medios tengan reporteros investigadores y espacios para la palabra de los ciudadanos. Donde las diferencias entre los ricos y los pobres se acorten cada año de modo que los pobres suban progresivamente su calidad de vida. Donde haya una clase media sólida, pensante, activa, trabajadora y propositiva, que viva bien y que constituya la mayoría de la población. Donde haya pleno respeto por la libertad de pensamiento, palabra, culto, orientación sexual y pertenencia étnica. Donde haya cuidado por la conservación del ambiente, buen uso del suelo y del agua y reciclamiento de los desechos. Donde los gobernantes sirvan a toda la población y no solamente a los suyos.

No es una utopía, esos países existen, o se aproximan bastante a esta imagen. Se llaman Islandia, Noruega, Finlandia, Japón, Corea del Sur y otros pocos. No son perfectos y cada uno tiene sus propios problemas. Pero allá la gente tiene buena calidad de vida, es productiva y vive más segura. La construcción de un país no depende solamente de sus gobiernos, depende –sobre todo– de que sus ciudadanos trabajen para lograrlo, sin esperar todo del Estado. (O)