El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto brutales medidas para expulsar de su territorio a los migrantes ilegales y enviarlos de vuelta a sus países de origen, se ha creado un dramático problema humanitario que obliga a cada Estado a un enorme esfuerzo para recibir a los que retornan. Será muy difícil para Ecuador, en su recesión económica actual, atender debidamente a los ecuatorianos que retornan. Por eso, es inexplicable que el Ecuador se ofrezca, adicionalmente, a acoger a los venezolanos que sean expulsados de los Estados Unidos.
Además, esta potencia ya ha enviado un delegado ante el Gobierno venezolano para negociar el retorno de sus migrantes; así, resulta que, mientras el Gobierno ecuatoriano quiere aplicar su Decreto 370 para acoger a 450 mil migrantes venezolanos –cifra escalofriante–, Nicolás Maduro demandaba del Tío Sam grandes ventajas, principalmente, que la petrolera Chevron continúe explotando su petróleo, nosotros actuamos de buen samaritano, fuimos usados; incluso ofrecimos vender, en apoyo, más de la mitad de nuestra producción (250.000 barriles diarios de una producción de algo más de 450 mil), entrando en una competencia absurda con el país de la mayor reserva mundial de petróleo; y sin contar con el descalabro de nuestra producción y el incumplimiento de nuestros contratos. El Ecuador ofrece, además, destinar una importante cantidad de dinero para recibir y atender a migrantes venezolanos expulsados de Estados Unidos, mientras se destinan apenas $ 50 para cada uno de nuestros migrantes expulsados. De esta manera, nosotros nos comprometemos ante el señor Edmundo González Urrutia, que reclama la Presidencia de Venezuela, pero que no ejerce el poder, mientras Estados Unidos negocia con el gobierno real de Venezuela, el del señor Maduro. El Gobierno debe cancelar este programa de ayuda a los expulsados de Venezuela, porque ya cuentan con el apoyo de los señores Trump y Maduro, en este singular entendimiento. En una situación desairada queda Ecuador con esta relación de hecho. Es interesante anotar que este reconocimiento de hecho del Gobierno de Estados Unidos al del señor Maduro, se ha efectuado sin la participación del secretario de Estado.
Tiempos de retorno y nacionalismo
Ha estallado un gran escándalo en Venezuela porque, dentro de la cooperación de la Usaid para el desarrollo, se habría destinado la fabulosa cantidad de mil millones de dólares para apoyar al grupo de oposición al chavismo representado por el llamado presidente interino, señor Guaidó, y al que se reclama que justifique los gastos efectuados y que, al parecer, lo ha hecho en un mínimo porcentaje. Esto compromete a varias figuras de la oposición. El presidente Trump ha dispuesto investigar qué hicieron con tal ayuda.
En tanto, el secretario de Estado ha obtenido el compromiso del Gobierno de Panamá de no renovar con una compañía china el control de los puertos de acceso al canal. Ya no habrá intervención armada en Panamá.
Parece que el señor Trump quiere suavizar su ataque a los migrantes, lo que sería un gran alivio. La ausencia de mano obra está causando estragos en su economía. (O)