En una verdadera isla de paz en la capital ecuatoriana, en medio del bullicio y caos organizado del mercado mayorista, funciona desde hace muchos años la Unidad Educativa Tránsito Amaguaña. En ella, estudiantes mestizos, indígenas y extranjeros se dan cita 200 días al año para tener clases de Lenguaje, Matemática, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Química y demás. Como en muchas escuelas alrededor del mundo, ahí juegan, ríen, sueñan y comparten niños y jóvenes de diferentes edades.

El espíritu de Tránsito Amaguaña, o mamá Tránsito, está presente en la lucha diaria con la que esta escuela comunitaria acoge a estudiantes que viven en hogares marginalizados y vulnerados por la desidia estatal y la indiferencia local. Aquí, todos los estudiantes, indígenas o no, aprenden kichwa, utilizando un libro maravilloso que el colegio acaba de editar y que ya me lo piden desde Bolivia que comparta. Ayer celebraron el Kapak Raymi, o nacimiento del sol, y mañana harán una pamba mesa.

Creación de direcciones para nacionalidades indígenas, uno de los proyectos que ejecutará Secretaría de Educación Intercultural Bilingüe

En una comunidad que tanto depende del contacto directo, la pandemia tuvo un efecto devastador. Mientras otros estudiantes se podían quejar de la calidad de las clases virtuales, los estudiantes de la Tránsito Amaguaña ni tecnología ni conexión a internet tenían. Sus profesores crearon cartillas semanales para explicar los contenidos de las clases, pero especialmente para mantenerles activos y vinculados. Hoy están reparando laboriosamente las heridas que abrió una pandemia que continúa impactando al país.

La resistencia a la dominación y la defensa de la cultura propia son características del ser humano, tanto así que la libre autodeterminación de los pueblos es un principio consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. Es un concepto altamente emocional que puede llevar a una guerra cuando es usado por ideologías extremas como instrumento político, pero conlleva la dignidad, las esperanzas y las aspiraciones de grupos minoritarios alrededor del mundo. La defensa del idioma, desde el catalán en España hasta el mapuzugun en Chile, es uno de sus estandartes.

Presupuesto para Secretaría de Educación Bilingüe superaría los $ 4 millones; esta es una de las respuestas del Gobierno a las demandas de la Conaie

En Ecuador, la Dirección Intercultural Bilingüe hoy cuenta con más libertad que nunca dentro del Ministerio de Educación, pero se enfrenta a la resistencia de sus propios pueblos a hablar kichwa. Hay niños y jóvenes indígenas que sienten vergüenza de hablar ese idioma, y hay madres y padres que sienten que el idioma pone en desventaja a sus hijos. La creencia de que la disciplina formal con uniforme, esfero de azul y esfero de rojo tiene un valor intrínseco está muy arraigada. Esto redunda en que las escuelas bilingües pierden estudiantes al sistema hispano sin que necesariamente mejore el aprendizaje.

‘Yo no divido en razas’

Si desaparece el kichwa, se van con él la memoria, la riqueza cultural y la identidad de nuestros pueblos. Es tarea del Ministerio de Educación, más allá de la Dirección Intercultural Bilingüe, invertir e interesarse activamente en este colegio, que es un modelo a seguir y del cual debemos sentirnos orgullosos como país. No solo por su fomento de un idioma y cultura ancestrales, sino por su ejemplo de convivencia y paz escolar, siempre en apoyo de sus niños y jóvenes. (O)