Cada vez que hay un problema financiero, o una crisis en los mercados de capital, se levantan voces apocalípticas, que predicen el fin de un “sistema cruel”, de un sistema “que esquilma” y muchas más frases similares.

En esta ocasión, el problema del Silicon Valley Bank, al cual siguió el de otros bancos en los Estados Unidos, y luego la caída de las acciones del Credit Suisse, y el temor por otros bancos europeos, han hecho que los gritos de terror se hayan multiplicado.

¿Preocupados por los bancos en EE. UU.?

Y quienes más opinan son aquellos que tienen el dogma marxista por un lado o el extremismo libertario por el otro. Para los primeros, las aberraciones del mundo capitalista hacen que “en esta ocasión el sistema vaya a su fin como sabíamos que iba a ocurrir”, para los segundos, el haber abandonado el patrón oro, y haberse instituido el sistema de banca fraccionaria, es decir, aquella en la cual se puede tener en liquidez una fracción de los depósitos y el resto prestarlo, ha producido la inevitable tragedia.

Qué útil es la historia económica. Bajo el patrón oro, antes de Marx, y mientras duró después de Marx, se produjeron crisis financieras y recesiones mundiales muchísimo más graves y frecuentes que la de 2008 o la actual. Y el sistema de mercado con apoyo muchas veces de quienes hacen la política monetaria (sin dejar de reconocer que muchas veces sin tomar en cuenta quién paga la cuenta) cumplieron el rol de sacar el sistema adelante.

Control de crisis bancarias

(...) quienes más opinan son aquellos que tienen el dogma marxista por un lado o el extremismo libertario por el otro.

Los marxistas, que han predicho el fin del sistema de mercado, deben recordar que el sistema que tuvo su fin fue precisamente el de ellos, el de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y que la China marxista es hoy más capitalista que cualquiera.

Los libertarios deben reconocer que sin el sistema de banca fraccional el crecimiento del mundo habría sido muy inferior que el logrado en los últimos 100 años. El costo de manejar cada cierto tiempo una crisis es mucho menor que el de ser más pobres.

El gran problema de las últimas décadas es la falta de entendimiento de los bancos y de los reguladores, que las tasas de interés venían bajando, y que estructuralmente en Occidente, por razones de la inversión de la pirámide poblacional, y la dotación de capital por habitante, la demanda de crédito no crece e impide la elevación de las tasas. Entonces, así como los bancos se inventaron titularizar hipotecas e inflar sus balances en los años anteriores a la burbuja inmobiliaria, hasta que al fin explotó, en estos años se dedicaron a dar créditos a tasas fijas, o variable, revisables cada cierto número de años que son “semifijas”. Esto más la compra de papeles del Estado a tasa fija tenía un riesgo implícito, que no se vio. Se elevó la tasa y las consecuencias están ahí.

Pero una vez más habrá soluciones. Y se aprenderá a tener mejor regulación bancaria, en los cada vez más complejos escenarios del mundo, y a tener mejores prácticas y manejos de riesgos.

El sistema no se acabará como lo predijo Marx, y los marxistas frustrados, y el extremismo liberal, ambos verán que el mundo no seguirá de acuerdo a lo que dicen sus modelos. (O)