Los cambios que trae el calendario del año lectivo 2023-2024 no se reducen a la fecha de inicio de clases. El análisis va más allá.
En el 2012 se incorporó el modelo de quinquemestres para la educación escolar en Ecuador. El ministerio del ramo, sin embargo, anuncia ahora el retorno del trimestre como una de las reformas que verán maestros, estudiantes y padres de familia. En países como México, que mantienen el formato trimestral, argumentan que permite la evaluación y diagnóstico del aprendizaje en estos periodos.
Son los argumentos de la ministra de Educación de Ecuador, María Brown, para quien esta metodología busca evaluaciones parciales más frecuentes, para identificar inconvenientes en aprendizaje e intervenir con acompañamiento pedagógico y nivelación a lo largo del periodo escolar.
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La resistencia al cambio es natural y los anuncios tomaron por sorpresa, en particular, a padres de familia. Incluso maestros expresan dudas respecto del modelo que no es exclusivo en el país.
Corresponde al Ministerio de Educación explicar los beneficios de las reformas y a los ciudadanos analizar los argumentos de un proceso que en el ejercicio evidenciará sus resultados para ser juzgado por sus efectos y no por especulaciones.
El acompañamiento ministerial es necesario, los señalamientos permiten hacer ajustes y correcciones, por lo que de ningún sector debe haber prejuicios.
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Otro de los cambios que merecen amplia difusión y análisis es la eliminación de los exámenes remediales y de gracia que son reemplazados por una evaluación supletoria, pero antes se ofrecerá refuerzo académico al estudiante que está en riesgo de perder el año.
El activista Nelson Mandela señaló que la educación es el arma más poderosa que se tiene a disposición para cambiar el mundo. Y Ecuador está tan ávido de mejoras que no se puede más que apoyar lo que prometa resultados óptimos en los sistemas educativos, lo que no implica renuncia a la observación permanente y crítica para construir días más prósperos. (O)