En medio de la algarabía que se percibe en el Ecuador por el triunfo de la Tricolor sobre la selección anfitriona de Qatar, en el partido inaugural del Mundial de la FIFA 2022, lo que no ocurría desde 1930, cabe –además de las felicitaciones– desear que el sentimiento de unión generalizado que viven los ecuatorianos se aproveche para emprender esas acciones colectivas en pro del bienestar común que precisan de acuerdos.

Uno de los temas en los que se requiere actuar a nivel general, para no retroceder, es en los logros alcanzados concernientes a las enfermedades inmunoprevenibles infecciosas agudas de origen viral, como el sarampión. El Ministerio de Salud Pública dio a conocer el pasado sábado de la presencia de un caso en Ibarra.

Ante caso de sarampión detectado en Ibarra, MSP activa vacunación para niños de 6 meses a 11 años en esa localidad

El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a menores de 15 años; presenta síntomas como fiebre alta, secreción nasal, conjuntivitis y erupciones en el cuerpo. Es transmisible cuatro días antes y cuatro días después del inicio de la erupción. La mejor forma de evitar el contagio es por medio de la vacuna, mantener buenos hábitos de higiene, especialmente el lavado de manos, y el aislamiento de la persona enferma.

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En la cuenta de Twitter del Ministerio de Salud Pública se indica que sin la vacuna, el sarampión puede causar ceguera, encefalitis, diarrea severa, infecciones de oído y neumonía.

El caso registrado en Ibarra se trata de un infante que, por su edad, no tendría aún la vacuna contra el sarampión, sin embargo, según información del ministerio, su cuadro clínico presentaba una evolución favorable.

La vacunación, en el esquema regular temprano que aplica el MSP, la primera dosis se pone a los 12 meses de nacido y la segunda dosis a los 18 meses de edad; y en el esquema tardío, los menores de 15 años que no hayan completado su vacunación reciben dos dosis con tiempo intermedio de seis meses. Cuando las enfermedades pueden prevenirse, vacunar implica un acto de responsabilidad y amor. (O)